PULSO SINDICAL DIARIO DE LA C.G.T. CHILE
05 ENERO 2021
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"..Adiós invencible roble, adiós varilla de mimbre, como te lloran mis ojos, niña alegre, niña triste.."
Hector Pavez
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Millares han sido los casos de explosión social en nuestro país y en él mundo, en su mayoría generados por trabajadores y trabajadoras explotados al máximo.
Todas estas revueltas, desde la revolución industrial e incluso antes de ella, fueron gatillados por el abuso de los poderosos, los dueños del capital, y las deplorables condiciones en que viven y se desenvuelven los trabajadores y sus familias. Invariablemente, la respuesta a estos estallidos ha sido el acuerdo político de las élites y la represión feroz, a través de los instrumentos armados creados por los Estados para sostener y defender el poder de las minorías, además de la elaboración de normas y leyes que atenuaran pero no eliminaran, el abuso y la explotación.
Los trabajadores respondieron inicialmente con una lucha frontal, de sobrevivencia, y en la medida que fueron conociendo sus fuerzas y calibrando el peso de su adversario, generaron instrumentos de organización que fueron desde la asistencia social y el mutualismo, hasta la confrontación directa con el sistema que les oprimía.
Lograron avances, estructuraron sus organizaciones – nacional e internacionalmente - pero invariablemente la división en torno a la forma de combatir al adversario y los objetivos finales, impidieron el avance hacia la construcción de una nueva sociedad.
2.- Una de las más importantes debilidades que dejó a la vista el estallido del 2019 en Chile - con efectos y resultados aún por verse - es que no dispusimos de una organización sindical acerada y mayoritaria, que diera pautas claras y precisas a los trabajadores y que se mantuviera al mismo tiempo vinculada con organizaciones poblacionales, estudiantiles y sociales, desarrollando en conjunto un plan de hostigamiento al sistema, que nos hubiese llevado hasta la convocatoria a una gran paralización nacional, instancia a la que debemos llegar con una propuesta y demanda clara -una suerte de Pliego de Chile- discutido previamente entre todas las orgánicas que buscan el cambio de sociedad.
Y aquí salta la más importante de las preguntas ¿Cuál es la organización a la que aspiramos?
Nosotros, los que nos definimos como miembros de la clase trabajadora, aspiramos a construir una organización que eduque a los trabajadores, promueva la organización en todas sus formas y encabece la lucha por las mejoras económicas y sociales que hemos sostenido por siglos.
Una organización que utilice todos los instrumentos a su disposición, para eliminar los vicios y las costumbres nefastas que el sistema capitalista ha instalado y validado entre los nuestros. Alcoholismo, drogadicción, consumismo exacerbado, individualismo feroz, corrupción, son expresiones de cuanto nos ha dañado la acción del capital. Claramente requerimos de una organización que rompa con todas las formas y prácticas nefastas que han destruido la confianza, la fraternidad y la solidaridad entre los explotados.
Una organización de trabajadores y trabajadoras conscientes, que cierre las puertas a los diálogos y acuerdos entre 4 paredes y a espaldas de los trabajadores, una organización que combata sin pausas los silencios y la renuncia de las demandas históricas.
3.- Para que un estallido social se sostenga y avance al paso siguiente, se requiere de una organización firme y poderosa que lo conduzca y los trabajadores deben ser parte de ella. No hay duda que estamos al debe en este aspecto. De allí la importancia de educarnos para construir el instrumento y luchar por lo que de justicia merecemos.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE
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