lunes, 31 de octubre de 2016

PULSO SINDICAL Nº 324 DEL 16 AL 31 DE OCTUBRE DE 2016



PULSO SINDICAL Nº 324 DEL 16 AL 31 DE OCTUBRE DE 2016


Hace muy poco escribimos en el Pulso sobre la necesidad de recordar, aunque fuera brevemente, a todos quienes han entregado parte de su vida el servicio de las organizaciones sindicales. Variadas pueden ser las razones que provocan el alejamiento o la distancia pero, si no hubo traición ni abandono de ideales, siempre es bueno hacer una mención a aquellos que le pusieron el hombro durante un tiempo determinado.


El día 16 de Octubre, Catalina Díaz Burgos nos comunicó la sensible muerte de su padre, RICARDO DIAZ DELGADO. Expresamos a través de nuestro Pulso y tal como ya lo hiciéramos en el momento de enterarnos, a Catalina, sus hermanas y toda la familia de Ricardo nuestro pesar, toda vez que el compañero Diaz trabajó varios años en nuestra organización. Aunque malas decisiones lo llevaron a alejarse, mientras estuvo con nosotros fue un hombre con gran disposición en las tareas que asumimos, siendo apreciado por dirigentes y socios. Quienes somos parte de la CGT saludamos a su familia y les acompañamos en este momento de dolor. 
                                                                                       

El 21 de octubre nos dejó físicamente JUAN GALVARINO RADRIGAN ROJAS, un trabajador textil que se adentró en el mundo de las letras y dejó una enorme cantidad de escritos, muchos de ellos llevados al teatro. Trabajamos un tiempo con su hijo homónimo quién a través de charlas presenciales y radiales, acercó a los trabajadores a la economía.        
A él, a sus hermanas y esposa les decimos que el viejo Radrigan es de aquellos que no mueren, se queda aquí, en sus haceres y decires,  solo se ha alejado físicamente.


Si no, que lo diga Violeta Parra, quien el 4 de Octubre cumplió sus primeros 99 años y a la que recordamos a través de su cancionero, en nuestra radio sindical (sintonícenos en www.lavozdelostrabajadores.cl  las 24 horas del día y todos los días). No puedo si no compartir con ustedes la alegría que viví siendo un muchachito, por allá por 1965 o 1966,  y llegó a mi población una presentación de artistas populares, dentro de los que estaba la gran Violeta. Con emoción contenida  la escuchamos - desde entonces y hasta ahora me transporta hasta ese día oírla cantar “La Jardinera” – y después la esperamos hasta que salió por detrás del escenario cubierta por un poncho, guitarra en mano para decir unas palabras que no recuerdo y arrojar algunas fotos. No sabía entonces frente a quien estaba y solo podré lamentar la vida entera, no haber guardado el testimonio de aquel encuentro con la gran Violeta.   


Pero así es la vida. De penas y alegrías, avances y retrocesos, que cada quien va viviendo en el espacio que ha elegido para desarrollarse. Cuando me integré en 1982 a la CTGACH, hoy CGT, no imagine nunca que vería concretadas a esta altura aspiraciones como la sede propia, escuela formadora y apoyo integral a dirigentes y socios. Una organización sindical como la definían Recabarren y Blest. Para servir y no servirse de los trabajadores.                                                                                                 

Y vaya que costó sacar adelante esta y otras iniciativas. Nos propusimos hacer sindicalismo de base, cuando se supone que solo avanzan y se proyectan aquellos que entregan sus banderas a un instrumento político o al gobierno de turno.
Resolvimos reivindicar el concepto clase cuando venían de vuelta todos” los luchadores”, vociferando a los 4 vientos que la clave ahora eran los diálogos y consensos entre 4 paredes, a espaldas de los trabajadores. Incluso se permiten decir que somos añejos por hablar de abusos y explotación, como si tales males, propios del capitalismo, ya no existieran.
Se extrañan cuando decimos a los trabajadores que la negociación colectiva puede ganarse si contamos para ello con trabajadores convencidos de su valía y un buen fondo de resistencia para sostener la huelga a la que los pudieran empujar.


De avances y retrocesos han sido estos 35 años de vida que estamos celebrando justamente con la emisión de este Pulso Sindical y aquí estamos “firmes como un peral”.
35 años que se iniciaron en 1981 cuando un grupo de sindicatos resolvió constituir la Confederación Gastronómica Hotelera y, por medio de ella, hacer frente a la política de abusos implementada por la dictadura.
Nunca imaginaron nuestros fundadores que exactamente 35 años después la Dirección del Trabajo determinaría, a petición de los patrones, que los trabajadores hoteleros son distintos a otros trabajadores del comercio y los servicios, por lo que no tienen siquiera derechos a los míseros beneficios que leyes miserables otorgan a los exceptuados del descanso dominical (ORD. 4915/0076 del 03- 10-2016). Extraña resolución la de don Christian Melis, ya que modifica un dictamen vigente desde hace 22 años y a simple petición de la patronal. Como diría Bombo Fica “Sospechosa la gueá”.
Daremos la pelea en todas las instancias que corresponda para revertir esta barbaridad, pero aprovechamos de llamar la atención del gobierno y los parlamentarios que se han dedicado a promover y aprobar leyes que van transformando a los trabajadores del turismo en una casta inferior, a la que no se le aplican las leyes validadas para el resto de los trabajadores.


Saludamos en este 35° aniversario de nuestra organización, a todos quienes la integran o la han integrado, a aquellos que pusieron su cuota de sacrificio para lograr consolidarla como lo que es. Un instrumento de la clase trabajadora, independiente y autónomo que luchará contra toda expresión de abuso y discriminación.
Recibimos con los brazos abiertos a nuestros últimos afiliados Sindicatos Isla Grande (Chiloe), Marco Polo Restaurant, World Courier, Semillas LLanquihue (Puerto Octay) Medical Hilfe, Banidotti N° 2 (Puerto Montt) y Condominio Parque Italiano.


En nuestro 35° aniversario, llamamos a todas y a todos a participar activamente del Paro contra las AFP el 4 de Noviembre y si no pueden parar Protesten. Solo así cambiamos lo malo.



MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE

sábado, 22 de octubre de 2016

PULSO SINDICAL Nº 323 DEL 01 AL 15 DE OCTUBRE DE 2016



PULSO SINDICAL Nº 323 DEL 01 AL 15 DE OCTUBRE DE 2016



Muchas y variadas son las cuestiones que hemos dejado de comentar en estas semanas. Hechos que se han ido produciendo (SENAME, SERVEL, FEMICIDIOS, entre otros) y que en algunos casos pasaron por el lado y no concitaron siquiera una opinión de la clase y de quienes hacen parte de su dirección.

No estuve ajeno a este descuido, aunque igual pude conversar con muchas personas sobre lo que está pasando, en el contacto diario que sosteníamos entre las 22.00 de un día y las 01.00 del día siguiente, mientras recorría las calles de San Bernardo.

Seguí siendo el presidente de la CGT durante el día, atendiendo junto a otros dirigentes  problemas de despido, orientando reclamos por derechos, apoyando las negociaciones colectivas y participando en asambleas, pero quité tiempo al descanso e hice otras cosas.

Espero acepten mis disculpas por haber descontinuado el Pulso y déjenme explicar brevemente las razones de este silencio a medias.



Hace algunos meses los compañeros de los Comités Comunistas me visitaron para que les ayudara a representar las ideas y planteamientos populares en San Bernardo, por lo que acepté una candidatura a alcalde en mi comuna. Creo firmemente en el uso de todos los mecanismos cuando estos permiten al pueblo visualizar una salida. Cada contacto personal me permitió profundizar en el ejercicio, no siempre hecho, de conocer directamente las vivencias de los más desposeídos. Me encontré con un pueblo desencantado y molesto, con una visión de la política distorsionada e incluso errada, que tiene la impresión que al participar de estos procesos solo se va en busca del beneficio personal y que de una u otra manera uno se hace parte de sistema imperante.

A cada duda y pregunta respondí con argumentos claros, demostré que lo que buscamos son cambios profundos, que debemos meternos en el sistema y desde adentro desnudar sus mentiras, proponiendo a la vez los mecanismos para atacarlo y arrinconarlo. Sin participación no hay cambios fue nuestra permanente argumentación y logramos instalar en decenas de personas la inquietud por desarrollar la organización y desde allí proponer cambios.

Me emocionó por ejemplo aquel poblador que lee nuestro Pulso Sindical, o esos otros que a los días de conversar dieron el primer paso y eligieron en su lugar de trabajo un delegado sindical. Como no destacar a las dirigentes del sindicato que llamaron a sus socios a votar por mí, diciéndoles que en la CGT habían aprendido a luchar por sus derechos.



Fue enriquecedor vivir este proceso, ya que permitió decir lo que se piensa y proponer caminos de solución. Recorrí las calles de la comuna de noche y palpé el miedo que sienten aquellos que salen muy temprano o llegan muy tarde a sus casas, tuve temor a ser asaltado y en más de una ocasión entregue cigarrillos o algunas monedas para poder pasar por una  calle. Cuando me puse a conversar con quienes piden, sin amenazar pero con una decisión que inquieta, me encontré con muchos desesperanzados que han golpeado todas las puertas sin obtener nada y caen, caen hasta lo más bajo.

Puede gustarnos o no pero la drogadicción y el alcoholismo de muchos de nuestros compatriotas se genera precisamente de esa desesperanza.

Converse con las victimas del clientelismo y el cohecho disfrazado, aquellos que dijeron  van a votar por los que ya están en el poder porque tienen acceso a mínimas granjerías que les permiten sobrevivir.

No hay buena iluminación, las veredas y calles son una miseria, los pocos espacios de recreación para los niños y también las áreas verdes son ocupados por grupos con un alto nivel de agresividad y los vecinos deben vivir encerrados.

Como terminar con esto?

No hay una receta estándar, pero es evidente que la organización comunitaria es el elemento fundamental para construir una vía de liberación. Hay que activar las unidades vecinales y hacer de su contacto con los vecinos algo permanente. No más asistencialismo intermitente (óptica, esterilización de mascotas, uno que otro bingo), se requiere educación en deberes y derechos, construcción de lazos entre habitantes de un mismo sector, exigir el termino de acopios ilegales de basura, mas luminarias entre otras cosas del diario vivir.

Los recursos municipales deben ser destinados a la instalación de instrumentos de apoyo al vecindario para que éste, al notar que se  les está tomando en cuenta, comience a darse cuenta de que construir una sociedad mejor es posible y se integre a ese desafío.  



Habrá un resultado electoral que será el orientado por los medios de comunicación y promovido por el auspicio generoso del capital. Pero ya hay luces de cómo se viene la mano y estas luces nos indican que debemos perseverar, seguir educando a nuestro pueblo, porque él será quien cambie el estado actual de cosas.

Cientos de estudiantes nos dieron la mayoría en un proceso de votación en el que se conoció la propuesta de los candidatos. Son esos jóvenes a los que hay que seguir motivando para que cuando les toque su momento salgan con todo a barrer con el sistema.



Hemos constituido y entregado a la población de San Bernardo el PASYS – Programa de Asesoría Sindical y Social – y estamos en disposición de ir a todas las comunas en las que se promueva entre los vecinos la necesidad de educarse en los derechos. Todos pueden ayudar, unos promoviendo las visitas a su comuna, población o villa, otros poniendo a disposición sus conocimientos. Todos vamos a preparar a nuestro pueblo para que se eduque e inicie su camino para llegar al poder, lo ejerza con sabiduría y lo defienda llegada la hora.



En el Pulso Extra N° 24 honramos, como en cada Octubre, a los caídos en el Chena, uno de tantos campos de concentración, tortura y exterminio.

No sabía en ese momento que días después visitaría, esta vez sin vendas ni perros apurándome el paso, nuevamente ese lugar. Volví a la “casa de techo rojo” luego de 43 años. Supe que el número de muertos en ese lugar suma más de 100 y participe emocionado del homenaje que se rindió a cada uno de ellos.

Escuche la palabra de sus nietos y pude constatar como, pese al tiempo transcurrido, ellos han tomado la posta y en sus manos enarbolan las banderas del no olvido, de la exigencia de justicia.

NADA ESTA OLVIDADO, NADIE ESTA OLVIDADO, se leía en ese lienzo en la explanada del cerro, justo después de donde se fijaron las fotos de todos y cada uno de los caídos. Ese mensaje no debe olvidarse y se debe aplicar en cada acto de nuestra vida diaria. Y es que debemos luchar por recuperar lo que fue nuestro, combatir los mensajes que llaman a avanzar olvidando lo que tuvimos. Nada daremos por perdido, lucharemos por recuperar lo que nos permitía vivir dignos, mirando de frente.

Esa y no otra, es y será la tarea.

MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE

                                               

jueves, 6 de octubre de 2016

PULSO SINDICAL EXTRA Nº 24



PULSO SINDICAL EXTRA Nº 24



Cada 6 de Octubre, como cada año y por siempre, recordamos la memoria de nuestros hermanos, dirigentes y trabajadores ferroviarios y campesinos fusilados en el Cerro Chena en San Bernardo.



Por cierto que no son los únicos.

Muchas son las páginas de dolor escritas con la sangre de los nuestros y las nuestras. Es solo que tuve el doloroso privilegio de ser uno de los últimos en compartir la vida de estos viejos obreros, campesinos y sindicalistas. Fue un compromiso, un acuerdo de todos, que aquel que sobreviviera nunca dejara de dar la pelea por la causa de la clase trabajadora, nuestras ideas son justas se dijo y hasta el día de hoy trabajo con esa convicción.



Y ha costado tanto ir reconstruyendo la verdad. Recién este último tiempo se ha logrado establecer, sin  lugar a dudas que además de la “casa de techo rojo” existió otro campo de concentración de presos políticos, que desde siempre he denominado “La Escuelita” y que por alguna extraña razón nunca fue profundamente investigado. Este lugar es muy importante pues allí llegaron, entre muchos, los campesinos de Paine y los ferroviarios de la Maestranza de San Bernardo.

Pese a que ya en el 2002 yo había llamado la atención sobre ese lugar, fue a fines del 2015 que la rigurosidad de una magistrado y la confirmación de mi testimonio hecha por un ex conscripto - quien incluso entregó otros datos valiosos para la investigación - es lo que permite establecer sin lugar a dudas que en esa “Escuelita” se detuvo a personas, se les castigo salvajemente y se les trasladó a lo que sería el último lugar donde se les vio con vida.

En la escuelita se nos permitió, por única vez, el 29 de septiembre de 1973 estar sin venda en los ojos, por lo que pudimos mirarnos, abrazarnos y tomar compromisos para un futuro que preveíamos duro. En ese lugar el director de la escuela infantería nos dijo que éramos prisioneros de guerra y seríamos tratados como tales.

Prisioneros de una guerra que nunca fue, inventada para justificar las aberraciones, guerra que solo estaba en la mente afiebrada de los que buscaban hacerse del poder a como diera lugar, para exterminar a quienes llenos de ilusiones, trabajábamos por una sociedad mejor.

La escuelita mantiene hasta hoy las 3 salas donde eran puestos los presos que llegaban a distintas horas del día, aunque principalmente de noche. 3 salas de clase que recibían a los peligrosos, menos peligrosos y a los de paso.

Justo frente a la del medio, a exactos 12 pasos, una sala solitaria donde se interrogaba y torturaba a los detenidos, que llegaban ahí luego que se les llamara viva voz, en la sala donde se encontraban. Paralizaba esa voz, aterraba la sola idea de poder ser el elegido.

Algunos pasos hacia el nororiente de las salas, el gigantesco plátano oriental donde nos amarraban con alambre para hacer los simulacros de fusilamiento. Un poco más alla, en la misma dirección, el galpón que hacía las veces de casino, en donde nos daban una ración de alimentos, y al que llegábamos tomados de las pretinas de nuestros pantalones, mientras las culatas daban golpes en las cabezas de aquellos que, vendados y todo, se atrevían a intentar determinar donde se encontraban.

El patio rectangular frente a las salas sigue igual. Al norponiente muchos árboles, una acequia seca y, como una herida que sale del costado del galpón y llega hasta ahí, la acequia que cruzaba el patio y se unia a la otra. La misma que en ese entonces nos dio agua cristalina para lavamos rostros y manos y quitarnos las costras de sangre seca que surcaban cabezas, cuellos y rostros demudados.

Desde ese lugar - ahí donde pudimos conversar sin tanto miedo por una sola vez, abrazarnos y alegrarnos por estar vivos - podíamos ver como a unos 200 metros hacia el surponiente, el entonces teniente Andres Magaña Bau sacaba astillas de un árbol pequeño con su corvo, para después mirarnos desafiante y pasarse el arma por su cuello, en clara señal de lo que nos esperaba.


Los ferroviarios llegaron ahí el 28 de septiembre en la noche. Cuando llegué la madrugada del 19, ya estaban los campesinos de Paine. 
A todos nos sacaron a la medianoche del 29 de septiembre hacia la casa del techo rojo.

Llegaron 2 o 3 camiones, haciendo un ruido infernal. Gritos, muchos gritos, golpes indiscriminados a todos y a todo, mientras rugían los motores.

Nos pusieron unos encima de otros, como habiamos visto hacer a los nazis en las películas de guerra. En uno de esos grupos de seres humanos, fui el tercero y sobre mí al menos 1 persona más.

Salieron desde la Escuelita los camiones con su carga humana. Algunos minutos después y luego de más golpes con objetos contundentes, subimos la pendiente de lata y caímos desparramados al interior de la casa del techo rojo.
Solo se oía sobre nuestras cabezas el paso continuo de la electricidad en las torres de alta tensión.



Los niños de esos años se hicieron adultos. Crecieron con llagas y dolores que no siempre expresaron. Y es que no hubo tiempo para curarlas y sanarlas.

Las madres, las esposas, las compañeras, debieron hacer el duelo y seguir viviendo. Guardar en la memoria los momentos hermosos, construir nuevos, intentando en cada paso que daban encontrar al que vio a los suyos por última vez, para recibir el abrazo póstumo y saber que les llevaban en los recuerdos, hasta el momento  mismo de los tiros.
Pude cumplir el encargo de  todos y estoy en paz por ello.



Cuando ya constataba que el tiempo avanza más rápido en la medida que se acerca la vejez, nuevas emociones me han marcado y agradezco haberlas vivido.




En este septiembre que se ha marchado recién, pude volver a saludar y abrazar a Claudina, la viuda de Arturo Koyck, eso mientras otros con los que compartí ruta aún son incapaces de mirar a la cara.
Participé de una hermosa ceremonia del PRAIS en el Hospital Barros Luco invitado por la viuda de Hernan Chamorro, quien aún recuerda el día en que nos encontramos y pude contarle, junto a sus hijos, sobre los días vividos en el cerro.

Recibí como un tributo a la amistad 2 trabajos en madera hechos por Piri, el hijo del conejito Gonzalez.
Pero hay un encuentro, emotivo y hermoso, que marca lo que fue este último año.



Una tarde de fines del último trimestre del 2015, llegó a la sede de la CGT  una tierna mujer llamada Gema. Al recibirla y decirle que yo era a quien buscaba, sus ojos se hicieron más grandes y en su rostro asomó una sonrisa.
Hace algunos años Gema había tenido acceso al libro Cerro Chena, Un Campo de Prisioneros, Testimonio, que yo escribiera en tributo a los caídos y desde entonces se había puesto a buscarme. Quería saber sobre su hermano Ricardo Solar Miranda, fusilado también en ese octubre maldito del 73 en Chena, a quien menciono en el libro.
Ella vino al centro medico ubicado frente a nuestra sede y antes de abordar el ascensor para bajar al primer piso miró en la vitrina a la salida de nuestras oficinas y ante sus ojos la tapa del libro le decía que había terminado su búsqueda.
Hablamos bastante y se fue contenta. No sería la última vez que la vería.

Gema volvió por nuestra sede sindical a fines de Diciembre del 2015 y en esta ocasión no venía sola. La acompañaba Soledad Lopez, esposa de Ricardo, su cuñada.
Días antes de ese encuentro había estado yo en una reconstitución de hechos en el Chena. Fuimos a la Escuelita e hice, como guía, el camino hasta llegar al lugar donde se emplazaba la casa del techo rojo. Han movido la tierra, casi hecho desaparecer todo vestigio que recuerde el lugar, pero no pueden borrarlo. Quedan algunos trozos de piso y pircas y me apropie de un pedazo de concreto de ese lugar. Las torres de alta tensión siguen emitiendo su monótono sonido, el que nos acompañó días y noches en ese octubre de 1973.
De eso hablé, con Gema y Soledad. Escucharon atentas, los ojos brillosos y cuando nos despedimos teníamos la tranquilidad de saber que Ricardo estuvo con nosotros.
Soledad vino desde Bruselas y cuando volvió le contó a sus hijos y desde allá siguen demandando verdad y justicia, con otro trozo rescatado de su historia perdida hace 43 años.  


Honor y Gloria a los caídos en Chena y a todas las víctimas de la dictadura.


                                                                                       MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE 

sábado, 1 de octubre de 2016

PULSO SINDICAL Nº 322 DEL 16 AL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2016



PULSO SINDICAL Nº 322 DEL 16 AL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2016



Cuando los trabajadores del Restaurante Marco Polo (Plaza de Armas de Santiago, salida Metro) constituyeron su Sindicato, no imaginaron nunca la brutal respuesta de su patrón. Literalmente los dejó en la calle.

En efecto, impidió el ingreso de los trabajadores a su fuente de trabajo y les dijo que el negocio no funcionaba más. Se cerraba porque se organizaron. Si bien la oportuna acción de los trabajadores de poner el reclamo en la Inspección del trabajo además de la asesoría de la CGT, impidieron que tal actuación patronal se mantuviera, llama la atención que para este tipo de situaciones no existan sanciones claras y contundentes de la autoridad.

No es posible que mientras se llenan páginas y páginas para publicitar supuestos avances y beneficios que la nueva reforma laboral entregará a los trabajadores, los patrones se permitan ignorar la legislación vigente y las autoridades del trabajo no digan esta boca es mía.

Es más, ante el rechazo del patrón de recibir el contrato colectivo, el dirigente sindical concurrió a la Inspección Provincial del Trabajo de Santiago para que ésta le notifique, pero su inexperiencia lo hizo equivocar las cartas que debía presentar y el funcionario que lo atendió no le recibió la petición obligándolo a hacer el proceso de nuevo. Eso es apoyar a los trabajadores?.



Pero este no es el único hecho que afecta a los asalariados en el llamado mes de la patria. Como siempre y cada año, se hizo una gran campaña previa de la gran cantidad de cosas que existen en el mercado para comer y beber, quedando la sensación que es lo único que queda por hacer en esos días de feriado. Las autoridades de salud vistieron albos delantales y recorrieron diversos lugares en que se manipulan alimentos, llegando incluso a clausurar algunos de ellos por razones varias, repitiendo casi calcado el ritual que siempre se realiza previa esta fecha y las de fin de año.

Nada nuevo bajo el sol, podríamos decir con total certeza. Y todo sigue igual



Nuevamente las principales ciudades del país se llenaron de coloridos espacios, denominados fondas y ramadas, en donde la gente puede dar rienda suelta a su espíritu patrio, libando y comiendo a destajo. De lo que nadie parece darse cuenta es que esos establecimientos provisorios son atendidos por trabajadores que en su mayoría no tienen contrato de trabajo. Se trata de lugares donde no se respeta la ley en lo relativo a uniformes de trabajo, descanso dentro de la jornada, pago de la propina voluntaria del 10% a quienes atienden a las mesas y un largo etcétera de violaciones a derechos básicos.

¿Donde está la fiscalización de las autoridades?

¿En donde se publican las infracciones cometidas por estos malos patrones y las sanciones a que se hicieron acreedores?

Lo que más debemos lamentar es que muchas veces son los propios trabajadores quienes permiten esta descarada arbitrariedad, ya que si bien exponen algunas veces los hechos que les afectan, piden que no se haga la denuncia pública ni ante la Inspección, ya que se quedarían sin trabajo y eso afectaría sus escasos ingresos.

Así de dramática es la vida diaria de millares de explotados en distintos lugares de trabajo. Empleos mal remunerados. Carencias propias de siglos pasados, como el no pago de colación, locomoción e incluso el robo de los descuentos previsionales.

Y todo esto en el mes de la patria. ¿Y esta patria, que patria es? (Quelentaro).    

Es una patria que llaman a cuidar, es una patria que dicen debe ser protegida por todos, pero pareciera que SU patria no es NUESTRA patria.

SU patria es de actos cívicos, desfiles ostentosos, declaraciones rimbombantes, leyes atentatorias contra la estabilidad de la familia, represión indiscriminada, detención por sospecha, allanamientos sin ordenes previas, y un largo etcétera.

Una patria que se sostiene en el temor y el abuso.

NUESTRA patria es el espacio en el que compartimos, que debe ser para todos con los mismos deberes y derechos.

Una patria que está pendientes de los problemas de vivienda, salud y educación de sus habitantes, una patria que reconoce a todos quienes la habitan el derecho a vivir en ella.



Y si no les parece que hay 2 patrias, veamos lo que dice la ley 19.973, una ley que establece el derecho a feriados irrenunciables para los trabajadores del comercio.

Loable iniciativa.

Sin duda responde a la necesidad de permitir que todos los trabajadores de estos sectores, tan castigados con normas especiales como son los horarios de trabajo en fechas previas a algunas celebraciones, puedan disfrutar con sus familias, como lo hace la mayoría de los chilenos. Más no se trata de todos los ciudadanos de la patrias., mas no la totalidad de los ciudadanos.

Más de 500 mil personas, en su mayoría trabajadores vinculados al turismo, pero también otros como quienes trabajan en farmacias, cines y estaciones de servicio (y agréguese a estos a los que trabajan en locales comerciales en los aeródromos civiles públicos y aeropuertos, que perdieron el derecho a feriado irrenunciable al modificarse la ley 19973) no tienen derecho al feriado irrenunciable.

¿Cual es la razón para que algunos habitantes de la patria no puedan disfrutar de los derechos que le corresponden a otros iguales a ellos?        



En otro orden de cosas avanza la discusión del reajuste para los trabajadores del sector público y todo indica que no se estará ni cerca de lograr las aspiraciones de aumento salarial expuestas en el petitorio.

En efecto, los trabajadores a través de la Mesa del Sector Publico solicitaron un 7,5% de aumento y la única respuesta del gobierno hasta el cierres de este Pulso es de un 2,9%, con lo que supera en algunas décimas el alza del costo de la vida entre Noviembre 2015 y Agosto del 2016, que llega al 2,4%.

Si consideramos que el año anterior la petición fue de 8% y el resultado final llegó a 4,1% un resultado esperado podría estar entre el 3,5 y el 4%.

Es de esperar que esta vez no solo se logre un reajuste que satisfaga las demandas de los cientos de miles de empleados públicos, sino que también se pueda lograr una solución, aunque sea parcial, para el problemas de miles de trabajadores que están a contrata o trabajando bajo la falaz figura del contrato a honorarios. 



La invitación entonces es a acerar la acción de la organización sindical, a fortalecer el vínculo entre la dirección y la base, a interpretar en los petitorios las demandas de los trabajadores y por sobre todo jugársela por satisfacerlas.

Solo así podremos ir logrando pequeñas victorias que preparen el camino para el gran salto.

MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE