PULSO SINDICAL Nº
387 DEL 07 AL 23 DE OCTUBRE DE 2019
UN HOMENAJE PREMONITORIO
El 6 de Octubre estuvimos, como cada año, junto a los familiares de las
víctimas de Chena. 101 compatriotas perdieron la vida en ese campo de
prisioneros y a 46 años de aquello no les olvidamos ni les olvidaremos.
Cuando hicimos uso de la palabra dijimos que el facismo seguía vivo y activo y llamamos a desarrollar
organización y que el pueblo debía alzarse contra tanto abuso y no solo eso. También
llamamos a estar preparados por si los bellacos sacaban los milicos a la calle
de nuevo y buscaban anularnos.
Mismo mensaje reiteramos en la romería nocturna del 7 de octubre
realizada por la Central Clasista en el Cementerio General.
Y aquí estamos. Desde el 14 de octubre el pueblo dijo basta y se expresó
en la calle. Como en ocasiones anteriores fueron los estudiantes quienes dieron
el vamos saltando los torniquetes del Metro, invitando a todos a EVADIR el pago
del trasporte público ante la nueva alza que se nos vino encima, sumada al
aumento en casi un 10% del costo de la luz, la carencia de agua en distintos
lugares del país, la reajustabilidad periódica del impuesto por transitar por
las autopistas y el robo de las AFP que siguen pagando pensiones de hambre,
entre otras justas demandas populares.
Y desde ese día del inicio de la evasión hasta ahora, se vive en otro
país.
Un país que despierta del letargo y la sumisión, para levantarse al
calor de monumentales marchas, barricada, caceroleos y paralización de labores
en diversos sectores económicos.
Por años escuchamos de los distintos sectores políticos, que se han
repartido los periodos de gobierno, que hacían lo máximo cada vez que
presentaban el presupuesto de la nación. No había como responder a las
peticiones de la sociedad.
Pero la movilización decidida, sin temor, de millones y millones de
compatriotas, los obligó a “romper el chanchito” y aparecieron aumentos
impensados a las pensiones en algunos tramos, propuestas para regular el valor
de los remedios y hasta un subsidio que pagará el Estado, para que el ingreso
mínimo se pegue uno de los más grandes saltos de los últimos años.
Incluso han dicho que presentaran propuestas para rebajar las dietas y
sueldo de las elites y que pondrán un límite a la reelección de los
parlamentarios. No es de extrañar que de continuar a pie firme la protesta, se
anuncie una ley para una jornada de 40 horas semanales y vaya a saber que otra
cosita más, a ver si logran aplacar la movilización.
Ahí quedaron los acuerdos de la DC con el gobierno para sacar adelante
su reforma tributaria. Por allá saltaron las cocinas y los acuerdos entre
gallos y medianoche.
Pero debemos seguir trabajando para reventar las leyes que establecen
los servicios mínimos y la adaptabilidad laboral en la negociación colectiva,
heredadas del gobierno de la Nueva Mayoría, así como sacar todas aquellas
normas que imposibilitan la organización sindical y la negociación colectiva,
frutos de los gobiernos desde 1990 y hasta la fecha.
Y es que junto con tener en la memoria a los que cayeron y reiterar el
compromiso de seguir en la lucha con las banderas que ellos enarbolaron, no
podemos ni debemos olvidar a los traidores que posibilitaron todo el estado
actual de cosas y que hoy pretenden erigirse en voceros de un pueblo hastiado.
Que se vayan todos es la demanda popular y la hacemos nuestra.
NADA SI ESTAN LOS MILICOS EN
LA CALLE
El reventón generado por la evasión ha llevado a gobierno y oposición a
acusarse mutuamente de no haber escuchado al pueblo.
El gobierno inició su ofensiva comunicacional diciendo que lo sucedido
es fruto de una conspiración muy bien orquestada, que cuenta con financiamiento
y conducción, que la inteligencia ya dispone de algunas patentes de vehículos y
que los violentistas y delincuentes obedecen órdenes claras y precisas. El
objetivo es generar el caos y validar la represión. Hasta la esposa aparece
culpando a extranjeros o fuerzas alienígenas y solo les falta hacer responsable
de lo que se está viviendo al Estado Islámico o a Al Qaeda.
En la oposición hay variados ingredientes para el coctel pero todos
apoyan las demandas populares aunque – uniéndose a la voz del gobierno -
condenan con energía la violencia.
¿Todos apoyan a los que reclaman cambios? Pero si son los mismos que han
minimizado desde hace 30 años nuestras aspiraciones, ignorando incluso muchas
de ellas, calificándolas de inviables y aprobando porquerías previos acuerdos
con la derecha.
La oposición tiene en este momento 2 caras o posiciones. Una, la que se
sentó ayer a conversar con Piñera y le hizo una serie de propuestas que
permitan poner fin a la crisis. Se ignora como ellos contactaron a los millones
de movilizados y prepararon la propuesta presentada al gobierno, aunque Heraldo
Muñoz insistió hasta el hartazgo en que previamente se habían reunido con
organizaciones en la sede de la CUT.
La otra posición o cara de la oposición, se muestra un poco más dura.
No fue a la reunión con Piñera y ha expuesto una batería de demandas que
se supone cuentan con el aval de partidos políticos, algunos movimientos
sociales además de organizaciones sindicales. Aquí nuestra reflexión es similar: ¿Cómo y cuándo
estas organizaciones analizaron, discutieron y concluyeron en estas propuestas
que se han hecho públicas?
Tanto los que fueron a la reunión con el nuevo dictador como los que no
fueron, han expuesto como condición para avanzar en el proceso de
conversaciones el retorno de los milicos a sus cuarteles – unos con más fuerza
que otros - más un variopinto de exigencias que, dicha sea la verdad, tienen
más de titulares para la prensa que de demandas concretas que apunten a poner
fin a la desigualdad.
Si hasta parecen ignorar lo obvio.
La salida de los milicos a la calle no es más que la utilización de
normas legales acordadas y establecidas en la Constitución - que tiene la
rúbrica de Ricardo Lagos - lo que viene a poner en el tapete la demanda
levantada desde hace muchos años y hasta ahora ignorada POR LOS MISMOS QUE
AHORA ESTAN DEMANDANDO ACCIONES AL GOBIERNO (salvo honrosas excepciones).
Seamos claros, si no se convoca a una Asamblea Constituyente para
generar una nueva Constitución, volveremos a vivir episodios como estos, en los
que cada vez que el poder civil y económico se siente presionados, se firma un
decreto y saca a las calle a las FFAA.
Los muertos y heridos en estos días son responsabilidad del gobierno,
pues los uniformados y carabineros en las calles están cumpliendo las órdenes
del mando.
Que nadie se mueva a engaño.
Más allá del resultado final de este levantamiento popular las cosas
pueden volver a los cauces establecidos por los detentadores del poder si el
pueblo le entrega su representación a los mismos que poco o nada han hecho por
él desde la salida del dictador en 1990.
O se van todos o la lucha debe continuar sin vacilaciones.
EL ROL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Las
primeas horas de este 23 de Octubre muestran claramente cuál será la posición
que desde ahora asumirán los medios de comunicación en la guerra de Piñera.
Desde
el inicio de la rebelión popular los medios jugaron el rol que el gobierno
quería, para asegurar su discurso de guerra, violentismo y delincuencia. En una
acción coordinada todos los medios apuntaron a dar cobertura a los saqueos e
incendios, buscando mostrar a la ciudadanía que el objetivo de la movilización
popular no es otro que generar caos y anarquía, llegando al extremo de querer
poner a la población unos contra otros, difundiendo rumores de ataques y
saqueos en los barrios, que hasta ahora no se han concretado simplemente porque
son falsos.
Por
el contrario, desde la mañana de hoy y post discurso de Piñera, los canales se
han llenado de analistas y políticos (más los inútiles de siempre) analizando
las propuestas presentadas que, vale la pena reiterarlo, ni se acercan a lo que
el grueso de los chilenos anhela. Poco o nada dicen y menos profundizan
respecto de la fuerza desmedida, el actuar criminal de los uniformados que
disparan a diestra y siniestra haya o no toque de queda. Majaderamente insisten
en el discurso de que las manifestaciones se inician pacíficamente y serían
responsabilidad de los mismos manifestantes los hechos posteriores.
Quienes
hemos estado en la calle tenemos muy claro que los encontrones entre
manifestantes y uniformados son generados por la provocación de las mal
llamadas fuerzas de orden, quienes apoyadas por el actuar de los mismos
infiltrados encapuchados que actuaron antes en cada movilización popular -
graficados hasta el hartazgo en los hechos del Primero de Mayo y la marcha de
los derechos humanos en setiembre recién pasado - arremeten contra los manifestantes, disparan a
mansalva, golpean con sus bastones y en definitiva, generan la estela de
muertos y heridos sobre la que los medios no se han expresado con objetividad.
Pese
a todo lo anterior, cada vez que las personas son entrevistadas validan la
protesta popular, demandan la renuncia de Piñera y llaman a que se eviten los
saqueos y el vandalismo al que no podemos menos que condenar, insistiendo
además en la validez de las propuestas.
Nuestra
protesta es clara y concreta, pero ninguno de los que demandan el cambio social
actúa ni actuará al lado del lumpen y los delincuentes que pretenden
distorsionar y desnaturalizar la protesta.
¿De
dónde vienen estos que actúan con tanto desparpajo y ante los propios ojos de
la policía, saqueando y destruyendo? Decenas de imágenes dan cuenta de
vehículos policiales metiendo cosas en su interior, haciendo vista gorda a lo
que pasa ante sus ojos e incluso uniformados invitando a llevarse cosas de un lugar pero
sin quemar las instalaciones.
Los
medios de comunicación recibieron las denuncias, exhibieron incluso algunas
imágenes, pero no han tenido el coraje para hacer investigación seria y
objetiva, han quitado las muestras de la brutalidad que se cuelan de la
censura, pero insisten majaderamente en mostrar lugares saqueados.
En
este minuto - 23 de octubre a las 14.00 - todos están validando las posiciones
de algunos ministros que, abrumados por las evidencias que siempre estuvieron a
disposición, reconocen violaciones a los derechos humanos así como los
asesinatos, pero ni estos ministros ni los medios reconocen y denuncian la
brutalidad policial.
Hace
muchos años que los medios de comunicación están al debe, sirviendo sin pudor
las orientaciones de los detentadores del poder y eso les será cobrado a su
tiempo.
LA LUCHA DE LOS
TRABAJADORES
Claramente el movimiento sindical estaba al debe, aunque
es justo decir que desde el inicio de la jornada de evasión y empujados por el
ímpetu de los estudiantes comienza a desarrollar acciones en los lugares de
trabajo y diversos llamados a la movilización.
Tanto
la Central Clasista como una coordinación de organizaciones convocaron durante
el fin de semana recién pasado a los trabajadores y la población a ponerse de
pie y parar o al menos evitar llegar a los lugares de trabajo, a contar del
lunes 21.
Estas
convocatorias, unidas al llamado de los trabajadores portuarios y del Sindicato
de la mina Escondida tienen el mérito de
la coherencia, pues se trata de instancias sindicales y populares que marcan
claramente su rechazo al capitalismo así como la reivindicación de cuestiones
tan sentidas como la jornada de 8 horas diarias y continuas de trabajo, pago
diario de locomoción y colación, pensión mínima igual al ingreso mínimo, pago
de parte de la patronal del 50% de la carga impositiva mensual, demandas que no
han sido consideradas en la primera propuesta de Piñera destinada a la
suscripción de un Pacto Social, ni tampoco levantadas por la oposición actual.
A
estas convocatorias, ampliamente suscritas por los millares de manifestantes en
todas las regiones del país, se une el llamado de la Mesa de Unidad Social para
una huelga general los días 23 y 24 de octubre, propuesta que como las otras ha
tenido la adhesión de millares y la incorporación de otras organizaciones que
hasta ahora habían guardado silencio. No obstante, algo debe quedarnos
claro.
Ninguna
de las organizaciones mencionadas – por si solas - y otras que han estado en la calle con sus
bases, pueden arrogarse la representación de este pueblo alzado.
El
desafío para todos es hacernos cargo de las exigencias que emanan de esta
rebeldía popular y exponerlas con todas las fuerzas en todas las jornadas de
lucha que se viene por delante.
En
algo hay coincidencia. Las cosas no volverán a ser como hasta ahora y será la
acción de las organizaciones lo que marque efectivamente el compromiso con esta
lucha de clase y el pueblo trabajador.
No
más acuerdos entre 4 paredes, no más soluciones “en la medida de lo posible”,
no más milicos en las calles y tampoco más represión impune de los pacos.
Avancemos
en la construcción de organizaciones de todo tipo. Nunca más solos ni solas, a
promover la presentación de pliegos de peticiones en cada lugar de trabajo y
fortalecer los instrumentos de la clase.
Solo
así podremos transformarnos en actores importantes en esta lucha.
Las
cartas están tiradas.
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE
Presidente de la
Central Clasista