PULSO SINDICAL EXTRA N° 27
La organización que presido con orgullo, cumple 36 años el
31 de Octubre y la saludo desde este Pulso Sindical, que es leído y distribuido
por miles de compañeros. 36 años de compromiso total con la clase trabajadora y
sus aspiraciones. Años de esfuerzo y sacrificio de muchos, que se ven
engalanados con logros concretos en todas las áreas del trabajo sindical.
Deportes, Recreación, Cultura, Formación y Capacitación, Actividades con los
Asociados.
No hay espacio donde no hayamos trabajado y los logros
obtenidos en este tiempo son producto de nuestro esfuerzo, de todos los que
fuimos y somos CTGACH, COTIACH, MOSICAM
y hoy CGT. Ciertamente nos equivocamos más de una vez en todo este tiempo, pero
supimos rectificar. Fuimos perseguidos y discriminados por no aceptar órdenes
de nadie. Nos intentaron silenciar por llamar las cosas por su nombre, pero
nada nos doblegó.
Tuvimos y tenemos el cariño de miles de compañeras y
compañeros a lo largo de nuestro país.
Aprendemos de los éxitos y los errores, es lo que nos
permite entregarnos con más fuerzas a la
lucha de nuestra clase y eso no variará por muchos años que pasen.
Nuestra mayor fuerza ha estado radicada en la negociación
colectiva. Tenemos claro que el objetivo
final es el cambio de sociedad porque ésta en la que vivimos no respeta
nuestros derechos humanos, pero no olvidamos ni por un momento que la lucha por
mejoras económicas es el primer pasó que deben dar los trabajadores para su
dignificación.
Por eso trabaja nuestra organización desde su fundación y
así lo seguirá haciendo.
Preparamos a nuestros dirigentes nacionales y de base para
que enfrenten sin temores el proceso de negociación colectiva. Confiamos plenamente en el respaldo y apoyo de
economistas, abogados y profesionales relacionados, pero estamos claros que
esta lucha de mejoramiento económico es de los trabajadores. Ellos deben estar
preparados para confrontar a los dueños del capital en los terrenos en que
ellos quieran medirlos. Valoramos y promovemos la conversación, el dialogo y la
búsqueda de acuerdos, pero no en base a la sumisión sino amparados en la
certeza de que las demandas de los trabajadores son justas y deben ser respondidas como corresponde.
En cada dirigente de nuestra organización hay disposición,
fraternidad, solidaridad. Una profunda
convicción de que para terminar con el abuso del capital se requiere de trabajadores
dispuestos a hacerle frente. No vamos a cambiar sino profundizar nuestra
acción.
Los fundadores de nuestra organización fueron valientes.
Pusieron en riesgo su vida y la de sus familias para levantar un instrumento
que no descuidara los 3 pilares que ellos definieron como principales, para
sacar a los trabajadores de su desesperanza.
EDUCAR a dirigentes y socios es una cuestión
prioritaria. Solo conociendo de leyes y normativas pueden los trabajadores
construir su estrategia y no caer en el derrotismo cuando por razones diversas
los resultados no son los mejores.
Dirigentes y trabajadores deben tener claro que sin ellos
las empresas no funcionan. Que es su esfuerzo el que genera las ganancias del
patrón y que parte de esa ganancia debe volver a las manos de quienes la
generan.
ORGANIZAR será menos complejo,
cuando los que deben reclamar por sus derechos se educan en ellos y construyen
instrumentos para ese objetivo.
No somos neutros en nuestra gestión. Aspiramos a que los
trabajadores se reconozcan como clase y para ello deben construir poderosas
organizaciones, independientes y autónomas. Esta clase trabajadora tiene que asumir de una
buena vez, que solo ellos y sus pares pueden aspirar a cambiar la sociedad
abusadora y discriminadora en la que viven.
Hay que sindicalizar a todos, combatir con fuerzas la
campaña antisindical que mantienen la mayoría de los dueños de empresas.
LUCHAR por lo que son nuestras
demandas es un deber, una obligación a la que no renunciamos, teniendo claro
que para la victoria se requiere de una conciencia a prueba de todo.
No se cambia esta sociedad solo con buenas intenciones. Hay
que trabajar en forma constante sin
permitirnos bajar la guardia cuando haya fracasos.
Lucharemos por lo nuestro con todos los instrumentos de que
disponemos.
EDUCAR, ORGANIZAR, LUCHAR, es la trilogía con la que nació
nuestra querida organización y que nos hemos esforzado en mantener vigente
durante estos 36 años. Eduardo Lara, Luis Lira, Pedro Macaya, Elisa Figueroa, Sergio Baeza, Ivan Llanos, Carlos Chandia, Angel
Catalan, Olga Hernandez, Alejandro
Sotomayor, Samuel Moya, Galvarino Arqueros, Arsenio Angulo, Manuel Caro , Juan
Villaman, Francisco Venegas, Juan Muñoz y muchos más que están en nuestros
corazones, nos educaron con estos principios y hemos puesto todo el esfuerzo
por traspasarlos al actuar diario de cada sindicato afiliado.
Desde Viña del Mar, Talca, Chillan, Puerto Montt y Santiago
provinieron las organizaciones que constituyeron la CTGACH, desde entonces
hemos ganado y perdido sindicatos en muchas ciudades, aunque crecemos y
crecemos. Contamos con sede propia y todo nuestro actuar es financiado con
nuestros propios recursos, que provienen de la cotización de los trabajadores.
Hemos sido inflexibles en cuanto a que la organización es de
los trabajadores y nadie ajeno a ellos, puede pretender indicarle su camino.
Ha sido complejo, difícil, pero estamos orgullosos de ser
independientes y autónomos.
Tuve el alto honor de recibir las llaves de nuestra sede
propia - que está y estará dispuesta para apoyar el trabajo de todos los
clasistas - y hoy, 25 de Octubre de 2017, he encabezado la ceremonia de
inauguración de nuestras cabañas en el Centro Recreacional que lleva el nombre
de Rene Rosales Peña.
El compañero Rene fue un obrero gastronómico que lo dio todo
por su organización y que, como muchos en distintas organizaciones, no fue
reconocido como correspondía por sus pares.
Es gracias al trabajo de los miles y anónimos Rosales Peña, que
nuestras organizaciones siguen educando, organizando y luchando.
Ciertamente que la alegría y satisfacción en los rostros de
nuestras compañeras y compañeros dirigentes mientras recorrían el lugar, es reconocimiento
de que hemos hecho y estamos haciendo lo correcto, pero aprovecho la ocasión
para pedir publicas disculpas a la familia del compañero Rene Rosales en nombre
de nuestra organización, por demorar tanto en reconocer su entrega.
Soy un dirigente sindical con muchos años de gestión, pero
tengo la fuerza del primer día. Fuerza y convicción que me trasmitieron mis compañeros
ferroviarios allá en el Cerro Chena en 1973, que me inculcó mi abuelo, y que
aprendieron a tolerar mis padres a quienes hice sufrir en demasía.
Un orgulloso dirigente de mi organización, comenzando el
proceso de pasar a la retaguardia sin que eso signifique, ni por un momento,
que me alejo o dejo de cumplir con mi compromiso clasista.
Viva el 36 aniversario de la CGT
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T CHILE