PULSO SINDICAL Nº
314 DEL 14 AL 25 DE MAYO DE 2016
Harto se ha dicho y escrito sobre el
conflicto en Chiloe en estas ultimas semanas. Como se hace siempre respecto de
cualquier cosa que altere la aparente tranquilidad sobre la que se mueve este
país. Así fue cuando lo de los cerdos en Freirina, el gas en Punta
Arenas, las manifestaciones de contratistas y subcontratistas, los
derrames de petróleo, la lucha de los trabajadores forestales, los marítimos
y un largo etcétera.
El grueso de la acción social se
limita a solidaridad por redes, envío de alguna delegación al epicentro del
conflicto y cuando se puede (por que las carencias las tenemos todos) ayuda
material que siempre es bienvenida. Así, se va pasando de un conflicto a
otro sin que se asuma abiertamente que el responsable es el sistema y que lo
que corresponde es rebelarse contra él.
Claramente hay un problema de
dirección, de intereses contrapuestos que permanecieron ocultos mientras se
construía el petitorio y que afloran cuando se logra romper el cerco de los
dueños de las comunicaciones. No podemos desconocer que en los grupos que
demandan hay algunos que resultan más permeables que otros a la musiquita del
sistema.
Por ultimo, esta el siempre latente
interés político, esa maldita costumbre de tratar de apropiarse de la dirección
del conflicto, llevarlo para los interese particulares y tratar de construir
desde allí plataformas futuras, que no siempre consideran a los que
efectivamente estaban complicados y que se rebelaron.
Resultado? Acusaciones cruzadas,
extravío del objetivo principal, soluciones cortoplacistas que no dan respuesta
a las demandas de fondo y muchas veces el quiebre y la constitución de nuevos
referentes. ¿Como no darnos cuenta que es esto lo que le da vida al
sistema?
Del caso de Chiloe, aún en
desarrollo, tenemos que conocer bien todo lo que ahí sucede, sacar lecturas que
posibiliten nuestro trabajo futuro, principalmente en este tortuoso proceso de
construir la unidad, profundizando en la integración y la participación de
todos.
Para graficar lo anterior me permito
invitar a leer la entrevista que da Teresa Calfunao, presidenta de la
Agrupación de Orilleras de Duhatao (The Clinic 646, pagina 14). Con un
vocabulario simple, sin grandes construcciones gramaticales ella muestra que es
lo que sucede por allá.
Dice Teresa “Soy orillera
desde niña, madre de tres hijos y chilota de tomo y lomo. Todo lo que he
conocido en mi vida es el mar”. “Sin el océano no se como los chilotes
podríamos salir adelante”. “Todos estos años de experiencia me han permitido
ver como de a poco el mar se ha ido apagando”.
“La desgracia que vivimos hoy, viene
desde hace una década consumiéndolo todo”. “Hace menos de un mes empezamos a
ver una espuma verde. “En ese tiempo nos llegó el rumor de que las
salmoneras habían tirado miles de toneladas de salmón podrido cerca de la
costa. No lo podíamos creer. Aparecieron miles de mariscos muertos en la
orilla”.
“Nos dijeron que la muerte era por
una marea roja agresiva, que nada tenia que ver con los salmones ¿Cómo son
capaces de mentirnos así a la cara. "Esto es una contaminación tremenda".
“Acá todo comenzó con el boom del
comercio internacional, las exportaciones. Se prometió trabajo para los
chilotes, que las industrias que llegarían a la zona cambiarían nuestra calidad
de vida”. “Luego vino la ley de pesca que repartió el mar entre los
ricos y no solo eso, si no que también les dio todas las facilidades para
que hicieran lo que quisieran con el”.
Pueden constatar la forma clara con
que Teresa expone su realidad. Sin muchas vueltas deja al desnudo el perverso
rol del modelo y sus promotores en el gobierno. El dicho popular de “pan para
hoy, hambre para mañana” es perfectamente aplicable en Chiloe.
Y eso no es todo, Teresa se toma su
tiempo para exponer algunos argumentos de por que ha pasado todo esto, critica
y propone, denuncia e invita a rectificar.
“Nosotras las mujeres orilleras no
estamos bien representadas por los pescadores, el primer petitorio que sacaron
estaba firmado por puros hombres. El segundo fue más inclusivo pero los hombres
siguen dominando. Acá las mujeres no tenemos voz y eso no puede seguir así”
“Los hombres no se hicieron cargo de
las orilleras en los petitorios y por eso nosotras estamos alzando nuestra voz”
“Debemos luchar por nosotras y los pescadores también deberían luchar por sus
mujeres, no estamos solo para servirlos”.
“A veces pienso en el pasado y creo
que pudimos haberlo hecho mejor”. “Los pescadores, cuando se discutió la ley de
pesca, no defendieron lo que tenían que defender” “Se pusieron a pelear las
cuotas en vez de ver el tema de fondo”. “Ahora piden derogar la ley pero en su
momento no se luchó con fuerza por nuestro medio ambiente”.
“Yo creo que si las mujeres
hubiéramos participado mas, las cosas serían distintas, pero se negoció entre 4
paredes, entre sindicatos de pescadores”
Sin duda provocaran reacciones los
comentarios de Teresa, pero si estos permiten sacar conclusiones para mejorar
el trabajo, será muestra inequívoca que vamos por el camino correcto.
Otro tema que corresponde analizar es
el llamado proceso constituyente, que se supone
concluirá en una nueva Constitución.
Un proceso muy particular porque,
siendo la Constitución un instrumento que afecta a todos los ciudadanos, no
habrá participación real de estos en la generación y aprobación de la misma.
Un folleto entregado por el gobierno
define la Constitución como “La llave maestra de nuestros derechos y
libertades, tan poderosa que ninguna ley o regla la puede contradecir. Es
la que establece las principales instituciones del país, como se van a
relacionar los poderes con las personas y que derechos y deberes tenemos. Es la
madre de todas las leyes de un estado,”
Visto así, lo lógico sería que el
Estado estableciera los mecanismos para que efectivamente nosotros, los
ciudadanos del país, pudiéramos pronunciarnos sobre esta ley madre que regirá
nuestros destinos y el de las futuras generaciones. Lamentablemente, todo
indica que no es el camino escogido y que al final quienes tomarán la
determinación serán los mismos que hoy por hoy se reparten el poder .
En el folleto mencionado se indica la
existencia de una página web donde se puede acceder y participar respondiendo
un cuestionario. Luego vienen los llamados encuentros de Nivel Local, donde se
puede participar junto a otras personas de un proceso de discusión y de toma de
resoluciones que servirán como propuestas. Las conclusiones del nivel local se
discutirán en Cabildos Provinciales que deben registrarse y elevaran
conclusiones para el último nivel de análisis y discusión que tiene por
nombre Cabildos Regionales.
A todo este proceso se llama Diálogos
Ciudadanos, pero en ningún caso está asegurada la participación efectiva de los
ciudadanos y los resultados hasta ahora difundidos dan cuenta de una baja
participación. Aún así, seamos optimistas y pensemos que millones de ciudadanos
participaran de estos Diálogos, lo que permitirá montones de ideas y propuestas
para una nueva Constitución.
Y es aquí donde se produce uno de los
2 grandes problemas que se detectan al leer el documento del gobierno.
Resulta que todos los insumos
resultantes de las reuniones ciudadanas, van a compendiarse en un documento que
se llamará Bases Ciudadanas, las que servirán para que la presidenta de la
república envíe un proyecto de cambio constitucional. ¡¡¡¡Plop!!!!, como dice
Condorito
O sea que la presidenta va a elaborar
un proyecto de cambio constitucional y en definitiva quien va a resolver la
nueva constitución será el Parlamento.
¿Quién va a creer que serán capaces
de resolver una nueva Constitución los que han vendido su alma al diablo o sea
al capital, quienes arreglan todo entre ellos porque mas allá de las diferencia
de coaliciones, están hermanados por el modelo que les permite lucrar,
corromperse y vivir como reyes, mientras la mayoría de los ciudadanos se las
arregla a duras penas para llegar a fin de mes?. No vale la pena participar de
un proceso como éste.
Hacerlo es seguir validando
instrumentos que son el fiel reflejo de la no participación ciudadana.
Tenemos una monumental tarea por
delante.
Ser capaces de mostrar a nuestro
pueblo la realidad en la que nos desenvolvemos y desde esa construcción de
conciencia comenzar a levantar los instrumentos que posibiliten la
participación activa y decidida de los descontentos.
Solo así podremos recuperar las riquezas
básicas, el mar, en suma construir una sociedad más justa y digna.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE