sábado, 18 de noviembre de 2017

PULSO SINDICAL Nº 346 DEL 0I AL 15 DE NOVIEMBRE DE 2017

El 30 de Octubre falleció el trovador uruguayo Daniel Viglietti, uno de los grandes autores y cantores de este pueblo en lucha, de aquellos que se la jugaron toda por la causa de los más desvalidos,  los sufrientes, el pueblo abusado y explotado.
Un uruguayo patriota e internacionalista, contemporáneo de Benedetti, Zitarroza y de tantos que con su canto y poesía, nos dejan claro que no nos equivocamos al elegir el camino por el que transitamos.
Todos, en todas partes, rindieron justo tributo a Viglietti y su compromiso y me uno a ello.

Pero también quiero hablar de una compatriota de Viglietti, que muy pocos han de conocer. Estuvo por años en nuestro país trabajando como garzona en diferentes establecimientos. Dueña de una sonrisa acogedora, cumplía a cabalidad con las normas de la vieja escuela del servicio de mesas. Capaz de sacar una sonrisa del que descansa un rato de sus problemas, dar una opinión si le es solicitada y sugerir lo mejor de la carta diaria.
Honrar la memoria de la compañera Juana A. Osorio Viera,  quien falleció acompañada de su familia en Uruguay. Les abrazamos a todos a la distancia.
Una trabajadora, como muchas que se la juegan día a día y que nunca deben ser olvidadas.

Este Pulso comienza a ser preparado para despacho algunas horas antes de que se repita una ceremonia que, de tan repetida en forma y fondo, no ofrecerá mayores sorpresas en su resultado final. 
Quien se cruce la banda presidencial al final del actual proceso electoral, será el fiel reflejo de lo que hemos vivido en todo este tiempo de “democracia”. La respuesta a los anuncios y promesas de campaña,  serán finalmente leyes deslavadas que solo maquillaran el sistema de explotación capitalista en el que vivimos. Cualquiera sea el resultado final en presidenciales y parlamentarias, tengan la certeza que las cosas se mantendrán prácticamente sin variación.
No verán luz aquellas propuestas que se hicieron para captar votos y a lo más, se culparan unos a otros por no lograr avances. Es la mala política, la putrefacta y mala política.
Solo es posible augurar un futuro distinto, si los que votaron se deciden a fiscalizar a quienes eligieron, sancionando el incumplimiento y los que no votaron materializan su discurso de combatir al enemigo histórico con hechos concretos.
En la trinchera que usted haya estado - votante, abstencionista, nulo o no participante – ya no hay más que hacer. Es hora de salir a construir la alternativa real. 

Organización desde la base es la tarea y de esto nadie puede quedar al margen. Sindicatos y otros instrumentos de organización de trabajadores y ciudadanos  deben ser la respuesta de los abusados. En el colegio, el barrio y los lugares de trabajo, todos debemos organizarnos. 
Cuando demos este paso, vital para romper con el individualismo, podremos pasar a una nueva etapa que es la de incidir de forma efectiva en los destinos del país.
Lo que pasa ahora no es culpa nuestra, así lo planificaron los que se reparten el poder incluso desde antes de la dictadura.  Es lo mismo que se vivía cuando el voto era obligatorio. Es la desesperanza la que nos está ganando, ese es el adversario a derrotar.
Ellos, los dueños del poder, utilizan todos sus instrumentos para decirle a nuestro pueblo  que les corresponde dictar las pautas y el pueblo, incauto y desinformado, les cree.
Pamplinas. Si nos dedicáramos a educar a los que están privados de todo, seguro que la cosa cambia. La cuestión es entender que educar es conversar con los ciudadanos en sus lugares de trabajo, las estaciones de Metro y los buses, en los barrios y los colegios.
Publiquemos boletines, periódicos, usemos el internet, las redes, para mostrar que implica construir una sociedad más justa para vivir.
El mal sistema permanecerá vigente y activo mientras nos dediquemos solo a lamentarnos de lo mal que está todo. Es la gran lección que hay que sacar para no volver a tropezar con la misma piedra.

Cuando detuvieron a los hijos de Sebastián Acevedo Becerra el 9 de Noviembre de 1983, pocos fueron los que levantaron la voz para condenar esta atrocidad, una más de una dictadura perversa a la que algunos como Kast le rinden tributo.
Sebastián Acevedo se sabía solo, pero eso no lo amilano. Durante dos días golpeo las puertas de cuartes exigiendo una respuesta, exigía la libertad de sus hijos. No tuvo respuesta.
El 11 de noviembre, en las puertas de la catedral de Concepción, roció su cuerpo con combustible y demandó a voz en cuello, por última vez, la libertad de sus hijos. Al silencio respondió con una chispa que inflamó sus ropas y se inmoló. Entre gemidos y gritos su cuerpo fue cubierto por las llamas. Horas después sus hijos aparecieron con vida.
Sebastián Acevedo dio su vida por encontrar a sus hijos, no pudo conversar y vivir con ellos, pero su ejemplo debe motivarnos a darlo todo por aquello en lo que creemos.
El mejor homenaje a este héroe popular debe ser, sin duda, luchar con todas las fuerzas y sin medir las consecuencias por aquello en lo que se cree.

Y así como honramos a los que cayeron, no podemos dejar de recordar a todos los que durante toda su vida se la jugaron por convencer a los trabajadores de que había que organizarse y pelear unidos, si es que se quería un futuro mejor.
Clotario Blest Riffo fue uno de ellos. Nacido un 17 de noviembre de 1899, desde muy joven se empecino en buscar respuestas a la clara diferencia de clases que imperaba en el país y a buscar la forma de explicar a los explotados que habían mecanismos para vencer al que sojuzgaba. 
Trabajador público, promovió el deporte, el estudio, la solidaridad, la entrega sin límites y logró ser parte importantísima en la construcción de la Central Única de Trabajadores de Chile. 
Nunca dejó de decir lo que pensaba, así se hiciera de enemigos. Campeón de la unidad, se encargó de dejar claro que antes que la pertenencia a un partido o movimiento, los trabajadores debían hacer sus máximos esfuerzos para construir, sostener y engrandecer la organización que los cobijaba.

Por el recuerdo y la memoria, porque ninguna lucha a favor de los trabajadores es una pelea perdida, porque tenemos claro que la legalidad más que ayudar se transforma en una camisa de fuerza si nos ceñimos a ella como un dogma, por eso y más es que apoyamos e incentivamos la organización de la clase trabajadora.
Es cierto que a los trabajadores aún les complica el concepto clase, que no logran ver que el lobo aunque vestido de oveja sigue siendo el depredador de siempre, pero debemos perseverar. 

¿Quién dijo que sería fácil explicar a los abusados que es y cómo daña el capital, como afecta a sus familias y a toda sociedad?  

Es una pelea de largo aliento y cuando podamos constituir la Central Clasista de Trabajadores, solo estaremos dando el primer paso. 
Tengamos claro que deberemos caminar mucho tiempo hasta hacer de la clase un actor a considerar.

Adelante pues, que queda mucho trecho por cubrir, derribemos las barreras del sectarismo y hagamos de verdad la unidad, para que así la clase pueda reconocer, sin duda alguna, donde están los que la defienden y se la juegan por ella. 

Así de grande y hermoso es el desafió.

MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE 

domingo, 5 de noviembre de 2017

PULSO SINDICAL Nº 345 DEL 16 AL 31 DE OCTUBRE DE 2017

PULSO SINDICAL Nº 345 DEL 16 AL 31 DE OCTUBRE DE 2017

Mucha alegría y emoción se reflejó en los semblantes de las decenas de dirigentes que nos acompañaron a inaugurar oficialmente nuestro Centro Recreacional en la localidad de Ventanas y que puso el broche de oro a las actividades de nuestro aniversario N° 36.
Concluye exitosamente uno de los grandes desafíos que nos impusiéramos cuando comenzamos a hablar de hacer sindicalismo “con y para los trabajadores”. Nos propusimos retomar las antiguas tradiciones de la organización sindical, educar en los derechos y en los deberes, combatir en la medida de lo posible los vicios instalados por el capital.
Explicar a los nuestros que nada va cambiar si ellos no se hacen parte de las luchas que debe dar la organización. 
Vemos la acción sindical como continuación de la familia, pues los organizados no son máquinas sino seres humanos que junto a sus cónyuges e hijos, buscan dar respuestas a diversas preocupaciones no solo en lo económico sino también en lo social y eso lo encuentran en la relación familiar y en el sindicato.

Avances y retrocesos hemos tenido, más aun considerando que en estos tiempos del Siglo XXI son muchos los que creen que sin sindicatos las cosas funcionan mejor y que los patrones darán de buena fe lo que se pide, si es que disponen de los medios para hacerlo.
Eso no es así y fue uno de los motivos que nos impulsaron a mantener y mejorar el trabajo de nuestra Escuela Sindical Luis E. Recabarren. Por eso estamos orgullosos de haber entregado sus diplomas de participación a 15 dirigentes - alumnos y constatar que están dispuestos a apoyar el trabajo de la organización nacional, para seguir engrandeciéndola.
Importante es saludar y destacar el aporte de cada uno de los instructores que, quitando horas a su escaso tiempo disponible, apoyaron este camino de formación de trabajadores y dirigentes.
No es cierto que todo está perdido, ni que el capital ganó la partida, menos que solo nos queda tomar asiento para ver cuando nos llega algo del chorreo.
Al contrario, hoy es más válido que nunca aquello de que solo la organización y la participación activa nos dará lo que de justicia merecemos. Ese y no otro es el rol de un sindicato clasista y nos sentimos orgullosos de estar en este lado de la cancha.   

Muchos de nuestros proyectos y demandas no hubieran visto la luz sin el apoyo irrestricto de muchos profesionales amigos de los trabajadores, quienes dejando de lado el factor económico, nos apoyaron en este camino. Rafael Carvallo, Ricardo Diaz, Jorge Blas Morales, Sergio Frigolett, Rosa Vergara, Maria Pauchard, la Defensoría Popular de los Trabajadores por nombrar algunos, tendrán siempre un lugar en nuestro corazón sindicalista.
En este momento de recuerdos y reconocimientos es una obligación no olvidar a los sindicatos de la empresa ALFIN, que gestionaron apoyos y alimentación diaria cuando apenas si teníamos para pagar el arriendo de una sede.
Destacar también al Sindicato del Hogar de Cristo que nos facilitó acceder al espacio y darle la forma que ahora tienen las cabañas de veraneo.
Si contamos con nuestra sede propia,  amplia y dispuesta para todos, es porque nos fue heredada por el Sindicato N° 1 del Hotel Carrera, una de las más grandes muestras de solidaridad obrera, solidaridad que nos esmeramos en profundizar al poner nuestras instalaciones al servicio de toda la clase trabajadora. 
¿Y acaso podríamos dejar fuera de las menciones a nuestro gran amigo y compañero Jorge Long Prunes y su estudio jurídico (con especial mención a Paula) quienes se esmeraron por tramitar y validar los documentos para que la sede social y el centro recreacional sean patrimonio de nuestra querida CGT?

Todos ellos y otros a los que pudimos omitir sin mala intención, han posibilitado con su trabajo y apoyo, que nuestra Confederación esté en el sitial que se encuentra.
Por eso no nos queda más que comprometer nuestros mayores esfuerzos para seguir por el camino que escogimos, el camino del sindicalismo de clase.

LOS TRABAJADORES, EL PUEBLO Y LAS ELECCIONES

En algunos días más se elegirá un presidente de la república además de senadores y diputados.
Como viene sucediendo desde hace ya bastante tiempo, el grueso de la población demuestra ”no estar ni ahí” con la oferta hecha por las coaliciones y la única cuestión por resolver es si los votos a favor permitirán al que va primero en las encuestas, ganar en primera vuelta.
Los de aquí y los de allá ocupan todos los espacios disponibles con sus rostros, slogans y jingles. Muchos besitos, sonrisas, uno que otro regalito, algunas letras en papel cuché y nada más. Nada cambiará salvo el color político de las autoridades.
Candidatos ligth prometiendo esto y lo otro, sin interés en cambiar el estado actual de cosas, salvo una que otra manito de gato que al final dejará todo tal cual está

Con mucha labia apelan a la participación y se quejan amargamente del poco interés de las personas. Acusan falta de conciencia cívica, buscan mil y una excusas, pero se cuidan mucho de decir QUE ELLOS SON LOS RESPONSABLES DE LO QUE PASA.
En efecto, parecen olvidar que se reunieron en secreto con la dictadura y concordaron un camino, con el aval de la Iglesia y Estados Unidos, que pusiera término a la presión milica,  a cambio de tocar poco o nada el edificio instalado por los golpistas.
Algunos estuvieron descontentos un par de años, pero hoy todos son parte del show.
Y la gente se compró el cuento durante varios procesos electorales hasta que de repente le cayó la teja de los estaban estafando.

De los grandes cambios ofrecidos, un ajuste por aquí y uno por allá y pare de contar.
En lo que respecta a los trabajadores sus cambios están a la vista.
Polifuncionalidad, Flexibilidad y Precarización. Dificultades para negociar y constituir sindicatos. ¿Y es de eso que se sienten orgullosos?
¿Esto es esto lo que se están comprometiendo a profundizar?.

Por eso que no se les cree. No le echen la culpa a quienes les critican, ni se justifiquen con que el sistema no les permite avanzar más. Son ustedes los únicos responsables de que el pueblo no participe.
Son una casta que no quiere soltar las regalías que les entrega el capital, solo luchan de la boca para afuera pues están muy contentos con lo que tienen.
¿Qué hacer entonces?
Algunos llaman a no votar, pero no proponen alternativas y eso deja incompleta la propuesta.
¿Cambiará algo si mañana vota menos del 40% de la población?
NO. Solo corremos el riesgo de que los militantes cautivos, junto a familiares amigos y conocidos de los candidatos terminen definiendo que se hace y que no se hace en el país.

Es claro que son muchos los descontentos por que votaron por fulano o por fulana y nada de lo que prometieron se cumplió.
La gran mayoría de los ofertantes no tiene la menor intención de cambiar el estado actual de cosas. Corresponderá a los propios votantes estar pendientes de controlar las propuestas que se les hicieron y desenmascarar a los mentirosos.
Ese control se hace de buena manera, desde la organización social y desde el Sindicato. Partamos controlando y al mismo tiempo engrandezcamos la organización, hasta que lleguemos a entender que está en nosotros, solo en nosotros, en la mayoría de los que poco o nada tenemos, instalar en los cargos de representación popular a nuestros representantes.
No estoy llamando a los trabajadores a votar por cualquier pelafustán, los estoy invitando a que participen informados.

Si no van a votar que sea una opción basada en el descontento profundo y en el rechazo total a este sistema, pero también pensando en cuál será la alternativa a construir, porque lo que es claro es que no votar y sentarse a esperar no es el camino, solo le sirve al sistema.

Si la opción es votar, marque un candidato y controle la gestión del elegido. Al mismo tiempo engrandezca la organización en la que participa o ingrese a una si aún va por ahí solito.
Si los que le ofrecieron cambiar la sociedad no le cumplen, en la próxima ocasión que los candidatos salgan de las propias organizaciones para hacer los cambios.

Sea una u otra la opción que lo represente, tenga en claro que si usted no participa, todo seguirá igual.


MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T CHILE