Estimados Compañeros, por la presente acompañamos texto completo del discurso central del acto del CIUS del 10 de marzo del 2015.
Lo hacemos en especial para responder a las solicitudes hechas por personas y organizaciones que se han manifestado dispuestas a reenviar.
ACTO CIUS 10 DE MARZO 2015
El 12 de Febrero del presente año un grupo de organizaciones
sindicales, hastiadas y agotadas de quienes hablan a nombre de los trabajadores
sin considerarlos, iniciamos un proceso que todos buscábamos por distintos
caminos y no lográbamos concretar.
Constituimos el COMITÉ DE INICIATIVA POR LA UNIDAD SINDICAL
CIUS.
Creíamos, creemos y creeremos, en la fuerza y la unidad de los
trabajadores como elemento principal en la construcción de lo que llamamos “una
nueva sociedad”.
No hemos puesto nombre a ésta, pero estamos claros de la necesidad de
su existencia. Se construirá desde la fuerza avasalladora de los trabajadores y
sus hermanos de clase.
La misma fuerza que nos ha permitido mantenernos de pie en este largo
proceso de crisis, impulsados por la exigencia de responder de una buena vez
y con firmeza a la voracidad de capital y de sus servidores.
Desde ese reciente febrero se han dado pasos interesantes.
No solo la continuidad en el trabajo de análisis, sino también y muy
importante el enorme aporte de todas y todos impulsados por la convicción de ir
estructurando lo que pretendemos sea un instrumento que eduque, promueva la
organización y se haga parte de la lucha de todos los que quieren cambios.
El único requisito que consideramos
irrenunciable es la defensa irrestricta de los derechos de los trabajadores,
así como el compromiso de las organizaciones que los acogen, de
trabajar en la creación y fortalecimiento de la conciencia de clase en los
desprovistos de ella.
No estamos contra partidos, movimientos o grupos
políticos, así como tampoco cuestionamos ni impedimos la
participación de los trabajadores en ellos. Lo que no compartimos es el intento
de estos instrumentos de querer hacerse del control de las organizaciones, para
transformarlas en correas transmisoras de sus líneas de acción.
Nuestro principal compromiso es no volver a repetir
los errores que llevaron a la crisis al movimiento sindical.
Esto es lo
que nos convoca el día de hoy, en el primer acto abierto del CIUS y por lo
mismo nos sentimos gratificados de la presencia de cada una y cada uno de
ustedes en este lugar.
HAY UNA HISTORIA DETRAS
Cuando hablamos de crisis lo hacemos interpretando los elementos que
dan cuenta de ella.
Hace 42 años la fuerza de trabajo activa apenas pasaba
de los 3 millones y la organización de los trabajadores superaba el 30%. Los
sindicatos constituidos llegaban a 6.700 y los trabajadores afiliados llegaban
casi al millón con un promedio por organización que superaba los 145 socios. Se
negociaba por rama y existían poderosas
organizaciones nacionales adheridas a la Central Unica de
Trabajadores.
A fines del 2014 la fuerza de trabajo supera los 8 millones y el % de
organización no llega al 14%.
La fragmentación en la organización es el principal rasgo negativo.
Actualmente hay en el país 10.634 sindicatos activos con una población
afiliada de 940.222 trabajadores, lo que da cuenta de un promedio de 88
trabajadores por organización.
De estos sindicatos 6.739 son de empresa o de establecimientos con una
población afiliada de 665.582 trabajadores. Son los que pueden negociar
colectivamente de acuerdo a la legislación.
Existen 464 Federaciones que agrupan a 54.372 trabajadores, es decir
un promedio de 117 socios y 64
Confederaciones que agrupan un total de 114.416 trabajadores siendo el promedio
de 1787 trabajadores.
Por ultimo hay tres centrales sindicales, que bajo el principio de la
libertad Sindical no declaran la totalidad de socios afiliados a cada una.
En materia de negociación Colectiva, en el año 2013 se suscribieron
apenas 1845 contratos colectivos y 472 convenios colectivos entre sindicatos y
la empresa. El total de trabajadores involucrados fue de 283.376 (209.485 como
contrato y 73.891 como convenios).
Por otra parte se suscribieron 586 instrumentos colectivos entre
grupos de trabajadores y la empresa.
Finalmente es bueno tener en cuenta que las huelgas realizadas en el
2013 fueron 201 y estuvieron
involucrados en ellas 30.638 trabajadores.
Si esto no refleja una crisis, no sabemos que podría reflejarla.
Es para terminar con lo que hemos reseñado esto que damos pasos en
procura de la ansiada unidad.
Es para poner fin a la caída libre y reiniciar el camino de educación,
organización y lucha, que unimos fuerzas.
No estamos para calificar ni minimizar el trabajo de nadie, pero no
guardaremos silencio cuando se pretenda seguir conculcando los derechos de los
trabajadores y trabajadoras.
Estamos aquí para expresar a viva voz que los actuales mecanismos de
educación y organización sindical no sirven, salvo para frenar y castigar a
quienes quieren ponerse de pie ante el capital.
Fue la organización y la
convicción de los trabajadores y sus organizaciones la que consiguió, tras
décadas de lucha, mejorar una legislación laboral que sin ser el ideal recogía
algunas de las demandas históricas
En 4 de estas normas legales graficamos lo que llegaron a conseguir
los trabajadores organizados.
* Los despidos que
afectaban a mas de 10 trabajadores solo procedían previa autorización conjunta
de los Ministerios del Trabajo y de Economía ( art.86 inciso 3° C. del T.
antiguo).
* Descanso en domingo y feriado legales ( art.322 C. del
T. antiguo ) y 44 horas semanales, para los empleados del comercio. ( art.32 de
la ley 17.365)
* La facultad a las federaciones y confederaciones para celebrar contratos colectivos de trabajo
y representar a sus miembros en las instancias de conciliación y arbitraje
( art.412 del C. del T.).
* En caso de despido injustificado y de negativa patronal
de reincorporación, se obligaba al pago mínimo de un mes por año sin tope ni
limitación alguna, en cuanto a su monto superior.( art.8° de la ley 16.455 ).
La historia dice que los
derechos de nuestro pueblo y de la sociedad toda, fueron arrasados por el golpe
militar.
Por eso debe quedar claro que
no somos neutros, que tenemos en nuestros hombros la tarea que miles no
pudieron culminar y que no renunciamos a ella.
Pensamos diferente, actuamos
según resuelven nuestras organizaciones, pero nos une la pertenencia a la
clase, la convicción que lo mas importante son los trabajadores.
HAY QUE RECUPERAR NUESTROS
VALORES
Esto y mucho mas es el CIUS,
y en él hay espacio para todos los que crean que otro mundo es posible.
La discriminación y la censura de los medios de comunicación es
brutal, pero es de lo que se sirven para mantenernos aislados y silentes.
Poco o nada se conoce de
cientos de luchas que se dan día a día, poca información de luchas tan
importantes como la del agua en Petorca y Caimanes, pueblos que reclaman contra
la contaminación, que dicen no mas termoeléctricas, basta de discriminación.
Todas las luchas del pueblo
son valiosas por ello hoy es fundamental, la difusión y conversación sobre las
mismas, porque al conocer los trabajadores de que se trata sentirán la necesidad
de hacerse oír.
Hay que retomar los altos
niveles que tuvimos hace no tanto tiempo en la solidaridad con cada causa y con
cada lucha.
Solidaridad activa, de
presencia, de medios, de palabras, mas y mas solidaridad pues eso alimenta las
ganas de pelear, muestra a los que dan
la pelea que el cerco es posible de romper
Cada acción que resuelvan los
abusados debe ser apoyada, de cualquier forma pero apoyada, lo que no debe pasar
es que el modelo imponga el silencio.
LAS REFORMAS LABORALES
Este sistema en el que
vivimos es una mierda, y sin embargo se las ha ingeniado para tenernos
divididos y evitar que el repudio se generalice.
Los que lucharon contra la
dictadura dijeron que las cosas cambiarían.
Fue una mentira que podemos
constatar en cada paso que dieron desde que llegaron al poder.
No solo se ha mantenido la
impunidad, el Estado no recuperó su rol y cada día es menor, dependiendo todo
de la gestión del empresariado. La privatización y las concesiones terminaron
con décadas de gestión del Estado respecto de sus conciudadanos.
Se entregó a privados el
agua, la electricidad y las telecomunicaciones.
Capitales privados son
quienes administran y especulan con las platas de las AFP e ISAPRES, se volvió
a entregar a la voracidad capitalista el
usufructo del cobre y otros minerales, las carreteras son concesionadas a
trasnacionales.
No existe espacio donde no se
imponga el capital.
Así lo hicieron también con
la leyes laborales.
No debemos olvidar ni por un
minuto, que fueron más de 180 leyes las que fueron derogadas y reemplazadas por
el Plan Laboral.
Las reformas de 1990 y 2001,
y otros arreglitos al Código, no fueron en la dirección de dignificar a los
trabajadores, al contrario. Solo baste hacer notar algunas de las normas
vigentes:
*No pueden negociar las federaciones o confederaciones.
* La indemnización tiene tope de 330 días, no hay
reincorporación por despido injustificado.
* Existen los contratos de tiempo parcial y la
remuneración es proporcional al ingreso mínimo.
* Los trabajadores pueden cumplir 2 o mas funciones, sean
estas alternativas o complementarias
* El Código del Trabajo permite jornadas de 60 horas en 5
días de trabajo a la semana, o sea 12 horas diarias.
* Cuando hay renuncia voluntaria o mutuo acuerdo de las
partes no hay obligación patronal de tener la previsión al día.
* Los empleadores pueden declarar y no pagar la previsión
y también el seguro de cesantía.
¿Esto es muestra de la
preocupación de los gobiernos de concertación y de mayorías nuevas para con los
trabajadores?
Por supuesto que no y por mas
que prometan, nada harán por modificar su conducta.
Creyéndonos domesticados dan
el paso final, paso que, convengamos, solo se atrevieron a dar ante nuestra
incapacidad de reaccionar, ante nuestra débil gestión y organización. Eso no
podemos ignorarlo, por mas que nos duela. Pero si queremos, podemos cambiarlo.
Presentan una reforma laboral
con énfasis en la negociación colectiva, que algunos dirigentes sindicales se
han atrevido a calificar como:
“… un gran paso
para la organización sindical. Hemos comenzado a desmantelar el plan laboral
de José Piñera, que lleva 35 años y cuatro meses.” (Presidenta CUT -)
Esta mala señal, el discurso
triunfalista, ha llevado a que entre los propios trabajadores nazcan
diferencias.
En el trabajo diario nos
encontramos con compañeras y compañeros que dicen estar de acuerdo con estas
reformas.
Ya hemos expuesto algunos
antecedentes, suficientes para probar que
son más de lo mismo y que no beneficiarán al grueso de los trabajadores.
Pero hay más elementos
negativos y es necesario manejarlos, exponerlos en todo lugar a donde vamos,
porque así podremos romper el veto y pelearle al capital y sus servidores en su
propio terreno.
Mucha atención con lo siguiente:
Según datos del SII en Chile, a diciembre de 2014, hay 988.743 empresas con un total de
8.659.897 trabajadores. Así se disgregan:
778.470 definidas como microempresas, que compran fuerza de trabajo a
1.087.373 personas. O sea 1,39 trabajador por empresa.
71.665 empresas son llamadas pequeñas, mal contratan a 1733.185
personas, lo que da un promedio de 10 trabajadores por empresa.
Las empresas medianas son 25.838 y explotan y abusan de 1.459.043
personas, con un promedio de 56,46 trabajadores
Las grandes empresas son 12.770, y contratan a 4.380.299 personas,
promedio 343 trabajadores por empresa.
CONCLUSIONES
*Las empresas micro, pequeñas y medianas representan el 98,7% del total
de las empresas en el país y aglutinan a 4.279.601 trabajadores
*Es casi imposible que los trabajadores de las micro y pequeñas empresas
(cuyo personal suma 2.820.558 y equivale al 32,57% del total de trabajadores)
puedan organizarse en sindicatos y negociar colectivamente (Se dificulta en
grado sumo la posibilidad de que lo hagan en un sindicato interempresas.
O SEA, MAS DEL 30% DE LOS TRABAJADORES NO SERAN BENEFICIADOS BAJO CASI
NINGUN ASPECTO POR LA REFORMA LABORAL.
Y esto no es todo.
*Las mismas reformas
establecen la obligación del quórum para constituir sindicato como el mínimo
para volver a negociar, por lo tanto muchos sindicatos podrían no estar en
condiciones de mantener su quórum y por lo mismo se quedarían sin poder
negociar de nuevo.
*Si a esto agregamos, las
sanciones por practicas antisindicales a los sindicatos, que incluyen montos
igual a los que debería pagar la patronal e incluso la perdida de fuero para
los dirigentes, la validación de suscripción de pactos dentro de la negociación
que podrían hacer obligatorio el trabajo de horas extras mas allá de lo legal
(2 horas por día) y otras tanto o mas malas, podemos decir que
LAS REFORMAS LABORALES NO
SERAN BENEFICIOSAS PARA UN ALTO % DE LOS TRABAJADORES ORGANIZADOS.
En el menor tiempo posible haremos
llegar a todas las organizaciones un completo cuadro de análisis de las
reformas.
Pero ya desde esta tribuna
decimos que:
RECHAZAMOS LAS REFORMAS LABORALES,
PORQUE NO SIRVEN, PORQUE
APUNTAN A JUDICIALIZAR LA
GESTIÓN DE LOS DIRIGENTES Y A VALIDAR LA FLEXIBILIDAD LABORAL.
Esta es nuestra visión, pero
claramente no tenemos aún la fuerza para imponerla, aunque si tenemos las
convicciones, que se refuerzan día a día, por lo que debemos seguir trabajando
para llegar a mas trabajadores.
Lo importante, vital, es que
los abusados en sus derechos conozcan este engendro que gobierno, sindicalistas
oficialistas y empresarios transformaran en ley en el Parlamento.
Porque eso es lo que harán,
mas allá de lo correcto de nuestra evaluación.
QUE NOS QUEDA ENTONCES POR
HACER?
1.- Socializar las reformas y
nuestra opiniones, ya que en la medida que los trabajadores constaten la verdad,
entenderán que no pueden seguir creyendo en quienes les mienten descaradamente.
2.- Entregar una propuesta a
lo malo, entendiendo que serán varias decenas de miles los que sufrirán con
esta ley del capital, más allá incluso de las mejoras que se puedan introducir
al proyecto de ley.
3.- Incorporar demandas no consideradas
en la reforma en los contratos colectivos, y elaborar un proyecto colectivo
tipo para todos aquellos que vayan abriéndose a la decisión de luchar.
4.- Movilizar, bajo diferentes
acciones a todos lo que sientan que esta mala reforma debe ser denunciada.
SOLO ESTE ES EL OBJETIVO DEL
CIUS?
Lo anterior es solo el inicio
del camino, él paso necesario para demostrar que estamos vigentes, activos, en proceso
de unidad y decididos a no bajar los brazos.
Por que la historia nos dice
que podemos, porque la confianza de la clase en quienes la representan
lealmente, esta con nosotros.
Solo debemos trabajar,
trabajar y trabajar, para construir sólidos pilares que soporten la estructura
que ira creciendo a medida que vamos creando y creando conciencia.
La gran tarea de esta etapa en
que estamos es difundir nuestra propuesta, con mucha pedagogía debemos ir a los
trabajadores no organizados así como fortalecer los elementos de unidad, con
las organizaciones sindicales existentes.
En esta pelea no hay mas
enemigo que el capital.
No aspiramos a otra cosa que
la unidad.
Pero no la vemos como un
concepto vacío de contenido, sino como un elemento vital para adquirir la
fuerza que nos permita exigir, en las calles, en cada lugar de trabajo, en
todos los espacios donde el modelo impide el paso.
Esto lo logramos organizados,
concientes de que el desafío es grande pero alcanzable. Ese es el objetivo del
CIUS.
NUESTRAS DEMANDAS
Hemos dicho que queremos una
sociedad distinta, donde los trabajadores ocupen el espacio que les ha sido
negado.
No nos pueden seguir
ignorando.
Y es que somos miles. Millones.
Somos los que hacemos que este país se mueva. Sin nuestro trabajo
no se levantan los edificios corporativos ni las casas de los patrones, ni las
grandes autopistas ni las grandes instalaciones fabriles.
Sin nuestro trabajo no funcionan ni sus instituciones
financieras ni sus instituciones estatales.
Tienen el dinero y tienen el poder, pero sin nosotros sus
empresas son cáscaras vacías que nada producen.
Lavamos sus autos, mantenemos sus jardines, incluso les
alimentamos y cuidamos sus hijos.
Se enriquecen con las exportaciones, pero sin el concurso de
nuestras manos ni uvas ni manzanas, ni minerales, maderas o peces llegan a sus
cajas, ni esas cajas a los puertos. Menos, suben solas a los barcos que las
llevarán a sus destinos.
Somos nosotros, son nuestras manos, nuestro esfuerzo.
Es hora de comenzar a hacernos valer.
Partiremos
por lo básico, sin negar que queremos todo lo que nos corresponde.
Aspiramos
a que ningún trabajador chileno tenga que seguir mendigando de su patrón
locomoción mensual y alimentación.
Queremos
que los patrones paguen el aporte del seguro de cesantía que hoy nos sacan a
nosotros y que no nos descuenten su aporte de la indemnización por años de
servicio.
Demandamos
una jornada de trabajo de 8 horas diarias por 5 días de trabajo, y descanso
dominical sin restricciones.
Derecho
a sala cuna sin mínimo de trabajadoras por empresa y post natal real y efectivo
de 6 meses.
Hacer
una obligación la gratificación garantiza al menos de 4,75 ingresos mínimos
mensuales pagada en doceavos.
Demandamos
uniformes y calzado de trabajo, elementos de seguridad y protección para que no
se sigan muriendo los trabajadores, en ningún lugar donde prestan sus servicios.
Estas
y otras demandas del diario vivir deben estar en los contratos colectivos y en
un pliego básico de demandas.
Que
se entienda bien. Queremos un mundo distinto al que estamos viviendo, un mundo
que reconozca a quienes lo habitan el derecho a cambiar lo que lo está dañando
y que lo lleva a la destrucción.
Conversaremos,
analizaremos y resolveremos escuchando a todos. Ya son muchos los que demandan
cambios y no nos haremos a un lado en esta demanda nacional.
Cuando
estemos de acuerdo en las demandas, seguramente:
No
renunciaremos a exigir una nueva constitución.
Ni
a exigir el termino de las AFP.
Ni
a la renacionalización del cobre y otros minerales.
No
claudicaremos en la lucha por salud y educación digna y gratuita para todos
nuestros compatriotas.
Seguiremos
demandando indemnización por años de servicio sin tope, el término del
subcontrato, igual remuneración por igual trabajo.
No
mas contratación a honorarios, no mas discriminación laboral ni salarial con la
mujer.
Sostendremos
que la huelga es un derecho irrenunciable, que no puede estar supedita a lo que
piensen patrones o gobiernos.
Lucharemos
por pensiones mínimas dignas, así como un sueldo mínimo que permita vivir
dignamente al trabajador y su familia.
La
vivienda tiene que ser un derecho, con viviendas aptas para la vida familiar, áreas
verdes amplias no restrictivas, salas cunas y jardines infantiles donde puedan
estar todos nuestros hijos.
Queremos
en definitiva un nuevo país, siempre lo hemos querido, pero para construirlo necesitamos
pasar de la sentida aspiración a la construcción de los instrumentos para
lograrlo.
Este
es el gran desafío y la principal herramienta será la movilización permanente
en procura del Pliego de los Trabajadores que construiremos al calor del
trabajo unitario.
Debemos
trabajar con fuerzas para comenzar a crecer en cada lugar de trabajo y
fortalecer los sindicatos ya constituidos.
Pasar
de10 a 100, a
1000, a
cientos de miles marchando organizados y disciplinados, detrás de las banderas
de la clase trabajadora.
Una
clase que no marchará sola, una clase que se reunirá con los descontentos en
todas las regiones, pueblos y ciudades.
Seremos
una fuerza enorme, disciplinada y organizada, pondremos en todas las manos
nuestras demandas y todas la voces las gritaran.
Partiremos
ocupando una cuadra de una ciudad y nos extenderemos a todas ellas, serán
avenidas y alamedas las que se llenen de gente, por que la demanda de una
sociedad distinta, donde los explotados tengan el valer que se merecen, se
piensa y se construye unidos y organizados.
Esas
son las aspiraciones del CIUS y todos seremos CIUS para concretarlas.
Construiremos
el Pliego de los trabajadores, avanzaremos hacia la unidad de todos los
descontentos, somos la mayoría que decide hacer oír su voz.
Marcharemos en Santiago y regiones, si estamos
en condiciones de hacerlo, el próximo 9 de Abril, prepararemos un gran primero
de mayo, don de los actores principales
serán los trabajadores y con ellos todos los que sueña con un futuro
mejor.
QUE
VIVAN LOS TRABAJADORES