martes, 24 de noviembre de 2020

PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 24 NOVIEMBRE 2020

PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 
24 NOVIEMBRE 2020
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"..Para continuar caminando al sol por estos desiertos, para recalcar que estoy vivo en medio de tantos  muertos.."  
            Victor Heredia
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1.-
Cada vez que el horno alcanza cierta temperatura, comienzan a aparecer convocatorias para diversas movilizaciones y si la temperatura aumenta unos grados más, el llamado a huelga general no tarda en presentarse. 
La huelga, al menos como la conocemos en su definición legal, es el instrumento al que pueden acogerse los trabajadores en el caso de que las respuestas del patrón a sus demandas hubieran sido negativas.
Tenemos claro que las negociaciones colectivas están permitiendo, con suerte, mantener los beneficios ganados y muchos son los que apuestan todo a los bonos de termino de conflicto (el sindicato de minera Candelaria terminó su huelga sin mejoras en la negociación y con un bono de 17,5 millones) por lo que no hay avances efectivos, que prueben que la huelga es un instrumento válido, al menos como está hoy en la ley. 
Para mayor abundamiento digamos que, según  cifras oficiales, en el 2019 negociaron 318.358 trabajadores y solo 37.895 llegaron a la huelga, o sea apenas algo más del 10% del total, lo que en absoluto implica que casi el 90% vio satisfechas sus aspiraciones.
Los trabajadores no hacen la huelga, porque en su gran mayoria temen al desempleo y las represalias posteriores. Usan la huelga como una herramienta de presión y como los patrones ya se dieron cuenta de ello, poco les importa si la hacen efectiva o no. 
Claramente no son responsables de esto los trabajadores. La primera responsabilidad recae en las organizaciones que los cobijan, desde los sindicatos y hasta las centrales sindicales, que no han  sido capaces de educarlos para defender sus derechos y luchar por ellos, con huelga incluida si así se hace necesario. 


2.-
Ahora, una huelga general es un movimiento  de paralización de la producción y los servicios en todo el territorio  y hace muchas décadas que no somos testigos de un movimiento de esa envergadura. 
La razón es muy simple. Carecemos - al menos por ahora - de una gran fuerza sindical organizada, independiente y autónoma, que sea capaz de concitar la atención y adhesión de los asalariados.
Las cifras difieren, pero los trabajadores organizados en sindicatos estarían entre el 17 y el 20% del total, fuerza absolutamente insuficiente como para llamar a una huelga general de trabajadores. 
No solo no llega al millón la cantidad de organizados, sino que ésta cifra está abultada por la existencia de muchos sindicatos fantasmas, que tienen miles de socios registrados pero que solo existen para elegir dirigentes  que no se representan ni a ellos mismos. 
Con estos no hay posibilidad de una huelga general. 

3.- La debilidad en la negociación colectiva y las cifras abultadas de organizados en sindicatos, son el reflejo de la corrupción y la entrega del movimiento a instrumentos ajenos a los trabajadores, instrumentos que todos conocemos, instrumentos oscuros que solo sirven para negociar cuotitas de poder, a cambio de la traición y la renuncia de los derechos de la clase. 
La tarea es clara. Barrer con todo esto y construir un sindicalismo de clase, representativo, el único capaz de convocar a una huelga general. 
Sin trabajadores organizados y en pie de lucha seguiremos siendo abusados y para que nazca y florezca la organización debemos educar con paciencia y convicción. 
Así de gigante es la tarea que tenemos por delante.

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Nuestra fuerza la Unidad 
Nuestra meta la Victoria


MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE 

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