PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE
17 JULIO 2020
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"... Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando.."
Maria Elena Walsh
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1.- Las últimas acciones del Parlamento han relegado a un lugar secundario, un proyecto que se suponía listo para avanzar a etapas finales.
La jornada de 40 horas de trabajo semanal.
Hemos sido muy claros durante la discusión de este proyecto, en exponer las deficiencias del mismo, principalmente ante el hecho de que no se establezca en él que la jornada diaria será continua, como también porque deja sin cambios, artículos como el 27 y el 40 bis A, ambos del código del trabajo y que permiten jornadas hasta de 12 horas diarias.
Una cuestión no menor, aunque perfectamente discutible es que, contrariando al proyecto de ley, algunas organizaciones sostenemos que la jornada semanal no debe trabajarse en más de 5 días a la semana y tampoco menos.
No está demás hacer notar que ninguno de los parlamentarios, por estos días tan preocupados de nuestros derechos, a contestado nuestras observaciones.
Tal como hemos dado a conocer algunos antecedentes respecto del ingreso mínimo, creemos conveniente decir a dirigentes y trabajadores que esto de la jornada semanal de 40 horas, es una demanda que tiene muchos años, y se basa en normas internacionales acordadas durante la primera parte del siglo XX.
En efecto, la jornada de 40 horas semanales se establece en el convenio 47 de la OIT, vigente desde el año 1935.
Las normas de la OIT indican que para que un convenio sea aplicado en un país solo debe ser ratificado por éste. Es esta ratificación lo que lo transforma en ley del país y es eso lo que Chile debe hacer para integrar la jornada de 40 horas a la legislación nacional.
2.- La jornada de 8 horas diarias de trabajo y 48 semanales, fue establecida en nuestro país en el año 1924 y, aunque con algunas imprecisiones que permitían más de una lectura, se mantuvo vigente hasta el golpe de estado de 1973.
Lo que no todos saben es que dicha jornada de 8 horas fue pactada en Chile, años antes de que nuestro país ratificara el convenio 1 de la OIT, por lucha directa de los trabajadores.
Así es, tal como en diversos lugares del mundo los trabajadores persisten en su exigencia de una jornada de 8 horas diarias, logradas desde 1886, también lo hacen los trabajadores magallánicos encabezados por la FOM.
El 30 de diciembre de 1918 se inicia una huelga que se transforma en general y finalmente, el 4 de enero de 1919, se llega al acuerdo por una jornada de 8 horas diarias, para los trabajadores de Punta Arenas.
No está demás hace notar que por esos años, no existía código del trabajo ni estaban reguladas las huelgas. Era la convicción, la unidad y la acción directa de los trabajadores, lo que les permitía avanzar en sus demandas.
Una lección que ya debiesemos tener aprendida.
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Educar - Organizar - Luchar
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE
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