PULSO SINDICAL Nº
309 DEL 11 AL 18 DE MARZO DE 2016
Nuevamente
la CUT ha convocado a un Paro nacional,
esta vez para el 22 de Marzo y el resultado se puede vaticinar desde ya. Volverá
a ser un fracaso en lo referido a la participación real y efectiva de trabajadores,
salvo contadas excepciones entre los asalariados de empresas mayoritariamente
contratistas en algunos sectores de la economía (cobre y forestales entre
ellos), más los empleados públicos o aquellos trabajadores vinculados a
instrumentos del Estado, organizaciones estudiantiles y algunas agrupaciones de
pobladores. Pero no será un paro nacional.
La razón de
este fracaso anunciado, está en la deficiente organización sindical - de la que
todos somos responsables - y en que el llamado a paro lo hace un instrumento
muy desprestigiado y que tardó más de un año en darse cuenta de que las
mentadas reformas laborales que ellos mismos calificaron como “el inicio del
desmontaje del Plan Laboral de la dictadura”, no traerán mejoras reales en los trabajadores,
apenas si algunos cambios en el Código del Trabajo, que no irán en beneficio de
millones de explotados.
El llamado
a paro ignora completamente demandas históricas de los trabajadores como son a
igual trabajo del hombre y la mujer igual remuneración, jornadas de 8 horas diarias de trabajo,
derecho a sala cuna sin mínimo de trabajadoras por empresa, pago diario de
locomoción y colación, gratificación garantizada, entre las mas sentidas.
Quienes
convocan no explican a los trabajadores porque estas reformas, que ellos
saludaban efusivamente en su momento, están resultado un fiasco.
Que quede
claro. Las reformas impedirán cualquier tipo de negociación colectiva y
organización sindical a casi el 50% del total de los trabajadores en Chile,
además de poner en riesgo la negociación colectiva para cientos de sindicatos,
que después de una negociación pierden socios. Si no dan el quórum exigido no
podrán volver a negociar. Ni siquiera son capaces de decirles a los
trabajadores que las aprobadas normas de adaptabilidad permitirán a los
patrones distribuir la jornada de 45 horas semanales en 4 días si es que se les
da la gana, y que se podría llegar a trabajar hasta 7 días seguidos antes de
descansar uno. Y para que nadie se llame a engaño, todas estas normas están
instaladas en el proyecto que se aprobó en la Cámara de Diputados con el apoyo
de toda La Nueva Mayoría, no vengan ahora a echar la culpa a algunos senadores,
que solo cumplen su rol de proteger a los empresarios.
En todos
estos años de mal llamada democracia la CUT a convocado a paros y
movilizaciones, todos fallidos ¿y que se ha conseguido?
Que se
instalara la polifuncionalidad al modificar el N° 3 del articulo 10 del Código.
Que se retiraran las normas de control administrativo y financiero a las organizaciones
sindicales y cuya carencia ha posibilitado la corrupción. La legislación de un
seguro de cesantía en donde el aporte patronal se descuenta a los trabajadores
del finiquito, cuando se les despide por el articulo 161. Y eso no es todo.
Se llama a
parar por democracia plena, nueva Constitución, y quienes lo hacen aún
eligen a sus dirigentes en elecciones indirectas y nunca han entregado cuenta
abierta y regular de los recursos que reciben, el origen de los mismos y en que
los invierten.
Es que acaso estamos en contra de un paro
nacional?.
Al
contrario, trabajamos, educamos e incentivamos la organización por que la única
manera de preparar un paro y hacerlo exitoso, será con el apoyo real de los
trabajadores. Apoyo que necesariamente se consigue con comunicación permanente
y disposición a la lucha por los derechos, sin dobleces ni letras chica.
Los
trabajadores están atentos al actuar de sus dirigentes y los apoyan cuando ven
en estos un compromiso real por mejorar sus condiciones. Eso hoy no sucede.
Lo que los
trabajadores no aceptan ni aceptaran es que sus dirigentes pasen encerrador con
gobiernos, patrones y parlamentarios, mientras se abusa, se persigue se
criminalizan las huelgas, se explota a las mujeres.
Esos
dirigentes desclasados no llaman a un paro para defender derechos laborales, solo
están buscando mejoras de otro tipo que no interesan a los abusados
Es que acaso son todos malos en la CUT?
Por ningún
motivo. En dicha Central sindical hay muchos hombres y mujeres honestos,
entregados a la clase y sus luchas, que están en contacto con sus bases y
apoyan todas y cada una de sus demandas, más allá de si estas son o no del
agrado del patrón.
Diferentes
organizaciones, en el sector público y privado, dan una pelea constante en
procura de mejoras para sus representados y hay una larga lista de acciones y
luchas que testimonian dicho actuar.
No son
quienes han bajado movilizaciones y suscrito acuerdos, sin considerar la
opinión de sus bases, cediendo ante la exigencia de los partidos en los que
militan, dejando en segundo lugar el interés de sus representados. Tampoco son
de aquellos cuyo máximo esfuerzo en promover el paralelismo, para mantener
cuotas de poder.
En algún
momento deberán romper con la camarilla que controla y dirige.
No se trata
de cambiar la CUT desde adentro, por que eso es imposible - teniendo en cuenta
que son los partidos políticos quienes definen lo que ésta hace y cuando - sino
de lanzar un llamado unitario para construir entre todos una nueva
organización, única, que represente a todos los explotados.
Una nueva
organización donde concurran a elegir su directiva todos los trabajadores y
quienes sean electos no tengan otro compromiso que no sea aquel que implique
estar a la cabeza de la lucha sindical.
Una
organización distinta, en donde se paguen las cuotas mensualmente y se rinda
cuenta abierta de los ingresos y egresos.
Una
organización donde se decida desde las bases, las exigencias que hay que hacer
al Estado y la patronal.
Esta
organización la deben construir el sindicalismo clasista, los cutistas dignos y
todos aquellos que tienen a la clase trabajadora y sus necesidades como
principal preocupación.
Entonces, es posible un paro nacional?
La historia
nos dice que cada vez que los trabajadores contaron con una gran organización y
desarrollaron alianzas con sus hermanos de clase, en el movimiento poblacional
y estudiantil, tuvieron paros nacionales exitosos.
Cada vez
que los trabajadores fueron claros en sus demandas, recibieron el apoyo de
partidos y movimientos políticos y sociales, siendo capaces incluso de lograr
que parlamentarios con sentido de clase apoyaran sus demandas y las
transformaran en leyes.
Para que un
paro nacional de los trabajadores sea efectivo y logre instalar sus demandas,
requiere la unidad de todos los explotados y de quienes hacen suya la causa de
los populares.
Es la tarea
y no podemos hacernos a un lado.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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