jueves, 3 de mayo de 2018


PULSO SINDICAL EXTRA N°31

La Intendenta de Santiago y los medios de comunicación han mentido descaradamente, con ocasión de la jornada de movilización de la Central Clasista el recién pasado Primero de Mayo. Creemos que esto tiene un trasfondo oculto, que no ha de ser otro que buscar penalizar con medidas rigurosas a quienes convocan a manifestaciones que son contrarias al gobierno de turno.
Como en dictadura, cuando solo había espacio para los servidores de Pinochet que contaban con la Secretaría General de los Gremios, mientras quienes estábamos en la Coordinadora Nacional Sindical y otros referentes éramos duramente reprimidos. A la Intendenta Rubilar y a los medios de comunicación es bueno recordarles y decirles algunas cosas.

1.- El primero de mayo, en todo el mundo, se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores.  Ni fiesta ni celebración. Es la conmemoración de una fecha internacional, vinculada a la consecución de una larga aspiración obrera: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de recreación. Eso y no otra cosa es lo que se recuerda cada 1° de mayo.

2.- No podemos sino reclamar por la discriminación y sesgo con que la Intendenta y los medios de comunicación se refieren a las 2 marchas realizadas el día 1° de mayo.
Por un lado los niños obedientes, los alumnos aplicados que nunca hacen problemas y por otra los desadaptados, los desordenados del curso, que “por suerte” son rápidamente disuadidos de su mal actuar gracias a la represión selectiva de la policía.
Es la reiteración del discurso instalado por los gobiernos y hecho suyo por los medios que dice “que si algo se hace con respeto y sin salirse de los marcos establecidos nunca tendrá problemas”.

3.- No está para nada claro quien o quienes están detrás de hechos francamente menores, amplificados por los medios de comunicación y que provocan la aparición de verdaderas hordas de policías, que reprimen a diestra y siniestra, pero que jamás detienen a ninguno de los responsables directos y terminan encarcelando a participantes activos o presenciales de los hechos. Más de una vez se ha denunciado y expuesto pruebas, de la presencia de infiltrados en las marchas y otras actividades de los opositores al sistema pero las autoridades y los medios de comunicación prefieren ignorar esos llamados de atención.
Sin ir más lejos las redes sociales muestran el 1° de mayo a un encapuchado que pasa tranquilamente por entre los policías, que paradójicamente están reprimiendo a encapuchados.

4.- Quienes militamos en la CGT y otras organizaciones del CIUS y que participan de la propuesta CCT no somos disidentes de nadie ni alternativos a nada.
Somos trabajadores cansados de ser abusados, testigos de cómo los distintos gobiernos mienten por igual mientras nos privan de nuestros derechos y que reconocemos en la CCT el instrumento para terminar con tanta discriminación. Nada más claro y simple que eso.
¿Tanto cuesta entenderlo al gobierno, la Intendenta y los medios de comunicación?

5.- Quienes marchamos ayer junto a nuestros hermanos y hermanas de otros gremios, además de muchas organizaciones sociales, lo hicimos con una profunda convicción clasista.
No nos molesta para nada la participación de movimientos y partidos políticos, colectivos de aquí y de allá. Todos son libres de participar si así lo sienten, lo único que nos interesa dejar claro es que nada ni nadie podrá jamás hegemonizar o distorsionar las demandas y las luchas de la clase trabajadora.
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6.- Que quede claro. No fuimos 500 como dijo un  periodista de Megavisión ni los 2.000 que nos otorga la intendenta. Somos miles y miles los que decimos con fuerza que las demandas de los trabajadores y el pueblo son irrenunciables, no están sujetas a negociación y serán luchadas hasta verlas concretadas.
No somos violentistas ni salimos a destruir, como dijeron los otros medios de comunicación y la intendenta Rubilar. Pero tengan por seguro que no aceptamos ni aceptaremos que bajo cualquier subterfugio nos vengan a reprimir. No lo toleramos en dictadura, pese a los enormes costos pagados, ni lo toleraremos en esta democracia blandengue.  Tenemos el derecho de expresarnos cuando y donde queramos, respetando a los demás como siempre lo hemos hecho y no renunciaremos a él.  

7.- No fueron los dirigentes y trabajadores de la CGT, ni de las organizaciones del CIUS, ni de los que día a día se van sumando a la CCT quienes iniciaron los desordenes  que permitieron la brutal represión policial. Somos testigos de la presencia amenazante del dispositivo de la policía a menos de 200 metros de donde estaba el escenario que recibió a la marcha clasista, así como todos los medios son testigos del enorme operativo instalado para reprimir a una de las marchas conmemorativas del primero de mayo, la nuestra..
Mientras todo marchaba tranquilamente y escuchábamos el discurso, llegó un móvil policial desde el cual bajaron 4 a 6 policías con escudos, y sin apellido visible en sus chaquetas, se pasearon frente a los manifestantes, se volvieron a meter al carro y se marcharon. Como llamar a eso. ¿Control preventivo o provocación?
De hecho en el escenario y a todo lo largo de calle Matucana hacia el norte no hubo ningún desmán ni confrontación entre policía  y manifestantes, hasta después de que termino el número musical de cierre.

8.- El gobierno, las policías, la Municipalidad y la Intendencia tienen todas las herramientas para cercar y detener a quienes ocasionan disturbios. Con regularidad muestran por la TV la enorme capacidad de sus cámaras puestas por todos lados y desde donde pueden seguir hasta a una ratita y sin embargo no lo hacen. No lo hacen porque esa gente le sirve a los que reprimen y censuran. Con esas imágenes - que no son el común de nuestras manifestaciones y sin embargo son lo único que se muestra - nos cuestionan, nos descalifican y nos reprimen. 

Señores periodistas, señora intendenta, autoridades de todo tipo. Aunque lo nieguen, hay miles de testimonios de la marcha clasista del 1° de mayo, alegres y festivos, de profunda convicción. Son las que indican el camino a los que aún dudan de la urgencia de desprenderse de los miedos. Seguiremos trabajando por que pronto sean decenas, centenas, miles los actos del clasismo que se realicen en todo el país.
En algún momento deberán romperse los sellos de la censura y la discriminación. Mientras eso suceda seguiremos trabajando sin descanso por mostrar la verdad. 

                                                                                            MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE 

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