PULSO
SINDICAL EXTRA N°31
La Intendenta de Santiago y los medios de comunicación han mentido
descaradamente, con ocasión de la jornada de movilización de la Central
Clasista el recién pasado Primero de Mayo. Creemos que esto tiene un trasfondo
oculto, que no ha de ser otro que buscar penalizar con medidas rigurosas a
quienes convocan a manifestaciones que son contrarias al gobierno de turno.
Como
en dictadura, cuando solo había espacio para los servidores de Pinochet que
contaban con la Secretaría General de los Gremios, mientras quienes estábamos
en la Coordinadora Nacional Sindical y otros referentes éramos duramente
reprimidos. A la Intendenta Rubilar y a los medios de comunicación es bueno
recordarles y decirles algunas cosas.
1.- El primero de mayo, en todo el mundo, se conmemora el Día
Internacional de los Trabajadores. Ni fiesta ni celebración. Es
la conmemoración de una fecha internacional, vinculada a la consecución de una
larga aspiración obrera: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de
recreación. Eso y no otra cosa es lo que se recuerda cada 1° de mayo.
2.- No podemos sino reclamar por la discriminación y sesgo con que la
Intendenta y los medios de comunicación se refieren a las 2 marchas realizadas el
día 1° de mayo.
Por un lado los niños obedientes, los alumnos aplicados que nunca hacen
problemas y por otra los desadaptados, los desordenados del curso, que “por
suerte” son rápidamente disuadidos de su mal actuar gracias a la represión
selectiva de la policía.
Es la reiteración del discurso instalado por los gobiernos y hecho suyo
por los medios que dice “que si algo se hace con respeto y sin salirse de los
marcos establecidos nunca tendrá problemas”.
3.- No está para nada claro quien o quienes están detrás de hechos
francamente menores, amplificados por los medios de comunicación y que provocan
la aparición de verdaderas hordas de policías, que reprimen a diestra y
siniestra, pero que jamás detienen a ninguno de los responsables directos y
terminan encarcelando a participantes activos o presenciales de los hechos. Más
de una vez se ha denunciado y expuesto pruebas, de la presencia de infiltrados
en las marchas y otras actividades de los opositores al sistema pero las
autoridades y los medios de comunicación prefieren ignorar esos llamados de
atención.
Sin ir más lejos las redes sociales muestran el 1° de mayo a un
encapuchado que pasa tranquilamente por entre los policías, que paradójicamente
están reprimiendo a encapuchados.
4.- Quienes militamos en la CGT y otras organizaciones del CIUS y que
participan de la propuesta CCT no somos disidentes de nadie ni alternativos a
nada.
Somos trabajadores cansados de ser abusados, testigos de cómo los
distintos gobiernos mienten por igual mientras nos privan de nuestros derechos
y que reconocemos en la CCT el instrumento para terminar con tanta discriminación.
Nada más claro y simple que eso.
¿Tanto cuesta entenderlo al gobierno, la Intendenta y los medios de
comunicación?
5.- Quienes marchamos ayer junto
a nuestros hermanos y hermanas de otros gremios, además de muchas
organizaciones sociales, lo hicimos con una profunda convicción clasista.
No nos molesta para nada la participación de movimientos y partidos
políticos, colectivos de aquí y de allá. Todos son libres de participar si así
lo sienten, lo único que nos interesa dejar claro es que nada ni nadie podrá
jamás hegemonizar o distorsionar las demandas y las luchas de la clase
trabajadora.
.
6.- Que quede claro. No fuimos 500 como dijo un periodista de Megavisión
ni los 2.000 que nos otorga la intendenta. Somos miles y miles los que decimos
con fuerza que las demandas de los trabajadores y el pueblo son irrenunciables,
no están sujetas a negociación y serán luchadas hasta verlas concretadas.
No somos violentistas ni salimos a destruir, como dijeron los otros
medios de comunicación y la intendenta Rubilar. Pero tengan por seguro que no
aceptamos ni aceptaremos que bajo cualquier subterfugio nos vengan a reprimir.
No lo toleramos en dictadura, pese a los enormes costos pagados, ni lo
toleraremos en esta democracia blandengue.
Tenemos el derecho de expresarnos cuando y donde queramos, respetando a
los demás como siempre lo hemos hecho y no renunciaremos a él.
7.- No fueron los dirigentes y trabajadores de la CGT, ni de las
organizaciones del CIUS, ni de los que día a día se van sumando a la CCT
quienes iniciaron los desordenes que
permitieron la brutal represión policial. Somos testigos de la presencia
amenazante del dispositivo de la policía a menos de 200 metros de donde estaba
el escenario que recibió a la marcha clasista, así como todos los medios son
testigos del enorme operativo instalado para reprimir a una de las marchas
conmemorativas del primero de mayo, la nuestra..
Mientras todo marchaba tranquilamente y escuchábamos el discurso, llegó
un móvil policial desde el cual bajaron 4 a 6 policías con escudos, y sin
apellido visible en sus chaquetas, se pasearon frente a los manifestantes, se
volvieron a meter al carro y se marcharon. Como llamar a eso. ¿Control
preventivo o provocación?
De hecho en el escenario y a todo lo largo de calle Matucana hacia el
norte no hubo ningún desmán ni confrontación entre policía y
manifestantes, hasta después de que termino el número musical de cierre.
8.- El gobierno, las policías, la Municipalidad y la Intendencia tienen
todas las herramientas para cercar y detener a quienes ocasionan disturbios. Con
regularidad muestran por la TV la enorme capacidad de sus cámaras puestas por
todos lados y desde donde pueden seguir hasta a una ratita y sin embargo no lo
hacen. No lo hacen porque esa gente le sirve a los que reprimen y censuran. Con
esas imágenes - que no son el común de nuestras manifestaciones y sin embargo
son lo único que se muestra - nos cuestionan, nos descalifican y nos
reprimen.
Señores periodistas, señora intendenta, autoridades de todo tipo. Aunque
lo nieguen, hay miles de testimonios de la marcha clasista del 1° de mayo,
alegres y festivos, de profunda convicción. Son las que indican el camino a los
que aún dudan de la urgencia de desprenderse de los miedos. Seguiremos
trabajando por que pronto sean decenas, centenas, miles los actos del clasismo
que se realicen en todo el país.
En algún momento deberán romperse los sellos de la censura y la
discriminación. Mientras eso suceda seguiremos trabajando sin descanso por
mostrar la verdad.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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