PULSO SINDICAL Nº 332 DEL 16 AL 31
DE MARZO DE 2017
“Vamos a declarar nuestra oposición a este sistema de corrupción,
No participaremos en falsas democracias, con tanta hipocresía….
Declaración de Intransigencia, Los Miserables.
Y es que no nos queda otra que declarar
nuestro rechazo, a riesgo de ser consumidos por esta máquina de mentiras que es
el sistema donde vivimos.
Vea usted, entra en vigencia una nueva ley
laboral, un mediocre ley laboral, y los más de 15 candidatos que hay hasta
ahora para la próximas presidenciales, siguen sin decir ni pio. Aunque seamos
justos, no es que no hayan dicho algo, que de escuchar brutalidades estamos
acostumbrados, sino que ninguno se ha pronunciado sobre el fondo de este
engendro maldito, que deja prácticamente en la indefensión a casi 4 millones de
trabajadores. Repitámoslo hasta que no quede atisbo de duda.
Esta ley, fraguada entre la Nueva Mayoría y la
CUT, permitirá la imposición de jornadas de trabajo de más de 10 horas por día
por cuatro días, obligará a los trabajadores a asumir un piso de negociación
que no es más que lo que ya existe y les exigirá ser parte de servicios
mínimos, en nóminas que el propio patrón presentará con anterioridad al proceso
mismo de negociación.
Esta ley pasó todos los filtros de este
parlamento “electo por el pueblo”, como les gusta llamarse a los “honorables” que
hasta ahora parecen muy convencidos de que le dieron el palo al gato.
Parecen no entender que dictaron una ley
discriminatoria, que separó a los trabajadores entre aquellos de micro y
pequeñas empresas, los de medianas y grandes empresas.
Es así que mientras algunas organizaciones
sindicales van a poder recibir la información financiera de la empresa dentro
de los 30 primeros días después de que sean entregadas a los instrumentos del
Estado, aquellos que prestan servicios a más del 95% de las empresas en Chile -
y que puedan organizarse - pierden incluso el derecho que les entregaba hasta
ahora el Código del Trabajo en el artículo 315, derogado por la nueva ley.
Es por esa y otras razones que disparamos
contra la diputada Vallejo (no porque sea mujer o comunista como algunos
imbéciles sostienen) y algunos de sus colegas, quienes han aprobado esta ley
que – entre otras cosas - faculta los
pactos sobre condiciones especiales de trabajo.
¿Puede un(os) parlamentario(s) aprobar una ley
que faculta jornadas diarias de hasta 11,25 horas, que antes aprobaron los
turnos cortados para los trabajadores del turismo, aparecer a las semanas
después proponiendo una jornada de 40 horas semanales con un máximo de 8 horas
por día?.
No po, no pega ni junta, es populismo puro,
fuegos de artificio, propaganda para confundir a los incautos, lo que quieran,
pero en lo absoluto preocupación por la clase trabajadora.
Por eso es que el 3 de abril, en decenas de
lugares de trabajo a lo largo del país, nuestros compas asociados a diversos
sindicatos de la CGT, acatando un llamado del CIUS, expresaron el rechazo a la
nueva ley laboral. No somos muchos todavía, de acuerdo, pero tenemos las
agallas para decidirnos a hacer sindicalismo desde la base, contactarnos con la
gente en la calle para expresarle nuestro parecer y nuestras propuestas. Es este
trabajo de hormigas el que mostrara a los trabajadores que hay caminos
diferentes.
La mayor y gran lección que debemos sacar de
todo lo que está pasando, es que los que tienen e intercambian el poder se ríen y reirán de
nosotros las veces que les dé la gana, no les importamos, somos solo números.
Hay que despreciarles, a estos y a los que se
vistan con ropajes diferentes, pero que buscan hacer lo mismo con otros pelos y
pinturas.
Dirigentes y trabajadores en las calles,
plazas y barrios, por todo Chile deben ser la respuesta a todos aquellos que
hablan de nuestros problemas pero ignoran nuestras demandas.
Los trabajadores deben aprender a distinguir
entre aquellos que aunque sea a nauseas aceptan el modelo y todos sus
contenidos, versus los que desprecian al capital y saben que son importantes en
la propuesta de la construcción de una nueva sociedad.
Los trabajadores son abusados y explotados de
diferentes maneras, ya sea con el garrote en ristre o bien con discursos y
propuestas edulcoradas que solo van consolidando el modelo.
Millones son los que no están organizados y
aceptan en silencio y cabeza gacha lo que el modelo les impone.
Mientras más tardemos en darnos cuenta de lo
anterior, mas durará el abuso y la explotación hacía esos millones. Mientras
más demoremos en construir una Central Clasista, anticapitalista, más durará la
postración de los no organizados.
Avancemos hacía ese instrumento de clase que
será también enemigo de la corrupción, los acuerdos a puertas cerradas, la
dilapidación de los recursos de los trabajadores y de todos los vicios de ese
tipo de sindicalismo que despreciamos.,
2 son los desafíos de la hora presente.
Preparar un Primero de Mayo clasista y
promover entre los millones de indignados una protesta nacional que dé cuenta,
no solo de que estamos firmes con la demanda de NO + AFP, sino que también
aspiramos a cambios reales y profundos en la ley laboral, cambios que no serán
hechos por aquellos entre cuyas manos ha circulado el poder en todos estos
años.
Un primero de mayo clasista, que debe ser
también disciplinado, un acto en donde se escuche la posición de la clase
trabajadora y no se produzcan actos de cualquier tipo, que inviten a actuar al
aparato represor del Estado.
Un primero de mayo donde se haga un llamado a
la organización en todo el territorio nacional, donde se deje claro que la
exigencia más urgente no es de candidatos, sino de construcción de instrumentos
que representen de verdad a los desheredados.
Una protesta nacional donde todos seamos
convocados a hacer lo que podamos. Desde embanderar con negro nuestros hogares
y lugares de trabajo, hasta cortar por cientos las calles en las distintas
ciudades.
Una protesta que les diga a aquellos que nos
vieron luchar contra la dictadura, que
no hemos olvidado lo que es luchar por lo nuestro.
En este Marzo que nos trae a la memoria el
ejemplo de los hermanos Vergara Toledo y de Guerrero, Parada y Natinno, entre
tantos que dieron la vida por la libertad, asumamos que esa lucha solo
fructifica si somos actores activos y permanentes.
A luchar por lo nuestro sin dilación, ahora.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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