PULSO SINDICAL EXTRA N°30
El
suplemento PULSO de La Tercera del 3 de abril de 2018, entrega los primeros
datos de un trabajo del Consejo Superior Laboral, ese ejercicio de” tripartismo”
nacido al calor de las últimas reformas laborales aprobadas en el Parlamento.
Seremos
muy didácticos con nuestros compañeros dirigentes, pues nos asiste la certeza
de que quieren pasarnos gatos por liebres. Nos vamos a preocupar solo de la
tasa de sindicalización, pues algunos comentarios en las redes sociales han
señalado que en las últimas reformas está la razón de ese aumento en la
sindicalización. Lo que no es cierto.
Sin
embargo, estamos obligados a hacer la primera claridad y es sobre el
tripartismo.
Dicho
instrumento supone un espacio de dialogo y acuerdos entre patrones, gobierno y trabajadores
organizados. Hasta el más novato de los dirigentes entiende que solo puede
haber dialogo y disposición a lograr acuerdos que beneficien a los trabajadores,
solo y cuando se encuentren resueltas algunas cuestiones básicas
irrenunciables, lo que podríamos llamar un “piso” de derechos.
¿Cómo
se va a poder llegar a acuerdos sobre condiciones laborales de cualquier tipo,
si aún no está normado por ley el pago
de locomoción y colación por día trabajado, si el derecho a sala cuna sigue
siendo discriminatorio y no lo disfrutan todas las trabajadoras, si hasta hoy
los patrones pueden declarar y no pagar la previsión y el seguro de cesantía?.
Quienes
crean que es el tripartismo la forma en que encontrará respuesta a las
carencias de la clase trabajadora, están equivocados. Aquellos que piensen que la polifuncionalidad,
la flexibilidad y otras imposiciones del capitalismo para mantener en alto sus
ganancias son el camino de ahora en adelante, dense por notificados que no
estamos ni ahí con su tripartismo.
Calificar
entonces como histórico el reciente encuentro entre la CPC y la CUT, es una
aberración. Es solo un paso comunicacional en esto que graciosamente llaman tripartismo,
que no tendrá ningún efecto en la condición futura de los trabajadores.
Ese
encuentro CPC –CUT refleja algo ya resuelto
en un sector del sindicalismo. La claudicación, el abandono de las demandas
históricas de los abusados por el capital.
Ni más ni menos que
eso.
Hecha
esta claridad veamos el dato entregado por La Tercera.
“Dice PULSO que, según
el informe elaborado por el Consejo Superior Laboral, la tasa de
sindicalización de los últimos 7 años
muestra un sostenido aumento, aunque con un aceleramiento en dicha
tendencia a partir de 2014. Entre 2014 y 2017, la tasa de sindicalización subió
en 4,7%, situándose (suponemos
que el corte está en diciembre de 2017) en 20,9%”
Lo
anterior nos obliga a pronunciarnos, pues hay cosas que no están claras:
Primero, no deja de llamar la
atención que estando en abril de 2018 ya se tengan los datos de sindicalización
a diciembre de 2017 (y eso que hubo cambio de gobierno). Por años las
dependencias de la Dirección del Trabajo han sido incapaces de llegar a
proveernos de tal cantidad y calidad en la información. Sería bueno nos digan
si esta información es correcta.
Segundo, que si lo que
informa PULSO es cierto, la Dirección del Trabajo nos estuvo engañando quizás
por cuanto tiempo. En efecto, en los últimos 7 años (2010 a 2016 según sus
cifras) la tasa de sindicalización ha subido - de 13,9% a 16,5% - pero de
sostenida nada, toda vez que muestra una baja en 2013 respecto del año
anterior.
Tercero, que según cifras de
la Dirección del Trabajo entre el 2014 y el 2016 la tasa de sindicalización
sube de 14,7% a 16,5%,( 2,8% en 3 años) por lo que si damos por ciertos los
datos del mentado Consejo Superior Laboral hechos públicos por PULSO, en el año
2017 la tasa de sindicalización subió 4,4%. Un verdadero milagro. Ojo, que
según la misma Dirección entre 2002 y 2016 la tasa de sindicalización apenas
subió en 3,4%.
No
obstante lo contundente de los datos vamos a suponer, a riesgo de tener que
rectificar a futuro, que la nueva reforma ha posibilitado un aumento en la
sindicalización, aunque ciertamente este nunca ha sido del 4,4%.
En
nuestra opinión un aumento puede estar vinculado al hecho de que ahora podría
cobrarse hasta el 100% de la cuota sindical por la extensión de beneficios, por
lo tanto es mejor ser socio del Sindicato y tener todos los beneficios y no
solo los del contrato colectivo.
Sin
embargo, este aumento de asociados solo puede
estar vinculado a los sindicatos en las grandes empresas y
excepcionalmente en las medianas. No olvidemos ni por un momento que estas
empresas representan menos del 5% del total de las empresas en Chile (grandes
1,5%, medianas 3,03%).
La
nueva ley laboral hace prácticamente imposible que los trabajadores de las
micro (75,2%) y las pequeñas (20,2%) empresas, puedan organizarse en Sindicatos
y negociar colectivamente.
Esto
lo tienen que tener claro los representantes de los trabajadores en el Consejo
Superior Laboral (son 3 y están en representación de la CUT que solo para estos
efectos es la Central más representativa) y ya debieron haber hecho las
rectificaciones públicas.
Un
segundo tema a tratar en este Extra del Pulso Sindical, está relacionado al
promocionado “hecho histórico” que significó la reunión entre la CUT y la
máxima organización patronal- la CPC- y del que algo dijimos más arriba.
Convengamos
primero en que cada quien tiene derecho a reunirse con quien se le da la gana y
desde esa perspectiva dicha reunión no tiene mayor importancia.
Hace
algunos años la misma Central recibió en sus dependencias a la UDI y fuera de
la vergüenza que algunos explicitaron, la cuestión no dio para mucho más.
Se
trata solo de un nuevo ejercicio comunicacional, que resiente sin duda
gravemente las confianzas entre los explotados y quienes dicen representarles,
ejercicio que los representantes patronales se apresuraron en decir que
repetirán con la CAT y la UNT, otro par de organizaciones “representativas de
los trabajadores”.
¿Que
pensaran de estos encuentros tan bien cubiertos por los medios de comunicación
los millones de explotados y abusados en sus derechos, así como los socios de
las organizaciones visitadas por la patronal?.
Esta
acción comunicacional, muy bien trabajada por lo demás, busca dejar en claro
entre quienes se desarrollará el tripartismo y afortunadamente son decenas,
centenares las organizaciones que miran con asco y desprecio estas señales y
reconocen la necesidad de avanzar por nuevos caminos.
Y
es en esto - en la necesidad de avanzar por nuevos caminos - donde están
reflejadas de manera nítida nuestras carencias.
Aún
no superamos todas las desconfianzas, carecemos de la visión para fijar un
cuerpo de demandas claras y salir a luchar por ellas y ni siquiera articulamos
movilizaciones en fechas señeras de la historia del movimiento sindical. No
basta solo con la condena por las redes sociales, urge una articulación
clasista, una respuesta efectiva a tanta basura.
Un
sector del movimiento sindical organizado nos hemos expresado abiertamente
respecto de lo que pasa y ponemos el énfasis en la construcción de un instrumento
que se haga cargo de devolver a los trabajadores la confianza en la
organización, así como derrotar el miedo que nos anda trayendo inmovilizados.
Le hemos llamado Central Clasista de Trabajadores.
Ponemos
el acento en la verdad, la razón y la moral, púes son conceptos cargados de
gran valor, que cada trabajador debe desarrollar junto a su organización
sindical, sus compañeros de trabajo y su entorno familiar y social.
El
actual estado de cosas no da para más y mantener la pasividad servirá
simplemente para seguir siendo espectadores privilegiados de mentiras y
falsedades, que indistintamente vienen de gobiernos, partidos y movimientos
además de organizaciones desclasadas y que tienen como objetivo fundamental
mantenernos postrados, sin reacción al abuso.
Postulamos
la construcción de un instrumento de clase, con organizaciones reales que no
cifre su funcionamiento en las normas legales vigentes, pues no reconocemos
esta ley que combatimos y queremos cambiar.
Un
instrumento independiente y autónomo,
que se financie con la cotización mensual que le paguen sus asociados y
que elija en todos sus niveles a los dirigentes, por la vía del voto directo de
los trabajadores.
Las
cartas están echadas.
Podrán
seguir acusándonos, y lo harán, de esto y de lo otro pero no tenemos más
compromiso que con la clase que reconoce filas en nuestras organizaciones y los
millones que no están organizados.
Es
desde esta construcción clasista que avanzaremos a una firme alianza con
estudiantes, pobladores y otras fuerzas representativas del pueblo, hasta
lograr construir el más amplio movimiento social que se confronte con el
capitalismo y sus defensores.
Por eso
les esperamos el PRIMERO DE MAYO en Brasil con Alameda para marchar hacia la
Estación Central.
Masivos,
disciplinados, con la visión puesta en el futuro, con la decisión de construir
la conciencia de clase en millones de asalariados abusados en sus derechos
sociales y humanos.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T.
CHILE
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