PULSO SINDICAL Nº 380
DEL 18 AL 31 DE MAYO DE 2019
Anonadados,
dolidos, golpeados con furia, pero inclaudicables .
Como
lo venimos siendo desde que al conocer nuestra historia supimos de tanto dolor,
castigo y muerte, de tantos caídos en esta causa noble.
Grande,
enorme ha sido el costo. Y todo por el hecho de ser pobres, parias, enemigos
acérrimos del capital, defensores de la vida digna, de la lucha por los
derechos de los desposeídos.
Anonadados,
dolidos, golpeados con furia pero inclaudicables.
Como
cuando supimos de Santa María, Marusia, Plaza Bulnes, la ley maldita, El Salvador,
José María Caro, pampa Irigoin, golpe de estado de 1973 y tanto otros ejemplos
de violencia del capital.
Gritamos
a los dueños del poder, mientras marchábamos acompañando hasta los que allí
habían llegado en los féretros negros, que no nos verían derrotados por que la
victoria final será nuestra. Y aquí estamos, levantándonos después de cada
nuevo golpe, asumiendo las tareas inconclusas y traspasando a los que se suman,
el compromiso, la obligación de darlo todo por la clase, sin importar los
costos.
Ante
cada golpe que nos asesta el enemigo de clases acompañamos a las familias en su
dolor y les pedimos comprensión y entereza porque quizás los suyos se fueron de su lado
antes de tiempo. Es que la causa depara
estos sinsabores y nadie que luche por su pueblo está exento de ser
martirizado.
Nadie
quiere dejar a los suyos sin el sustento, ni olvida por un momento los rostros
de sus hijos, no deja de pensar en ese cónyuge, esa pareja que espera ansioso
su llegada aunque vive con la certeza de que en algún momento el ser querido le
puede ser arrebatado.
Cada
luchador social, aunque viva solo y consagrado a la causa, deja una familia
doliente y un ejemplo de lucha que no debe ser olvidado. Si no es la familia
carnal es la familia de la causa.
Serán
los que le sobreviven quienes levanten sus pancartas y banderas, distribuyan el
manifiesto, voceen el llamado a reunión,
se sienten en la mesa de negociación con los patrones, enfrenten a las fuerzas
represivas que quieren silenciarlos.
Para
los que luchan por la causa del pueblo y dejan la vida en ello, no existe la
muerte, trascienden a este estado y se mantienen vigentes eternamente.
Solo
muere el que es olvidado, ese que en algún recodo del camino decide claudicar y
pactar con el que desangra a su pueblo. Ese no tiene espacios en la memoria,
ese no marcha con las banderas del pueblo. Ese no está con los luchadores desde
que decidió separar caminos.
Son
muchos los que pasaron y los que vendrán pues esta pelea aún no deja visualizar
un término. Y es que el capital no entregará así como así aquello que arrebató
a sangre y fuego.
Por
eso hacemos un alto.
Para
decir a los que están en ese espacio del no olvido, que 2 de los nuestros han partido a ocupar su lugar junto a ellos.
Rendimos
tributo a Jorge Zuñiga San Martin y Raul Blanchet Muñoz, quienes con solo unos
días de diferencia han iniciado un nuevo camino.
Se
llevan nuestra gratitud y compromiso, pues seguiremos adelante, por el pueblo,
por la clase, por ellos.
Nos
tendrán que perdonar por haberles dejado solo cuando no debimos, por
recordarles con más fuerzas hoy que partieron y no haber estado prestos a ir en
su apoyo cuando lo requirieron.
No
es que nada hicimos, es que la intermitencia con la que cumplimos el deber de
solidarizarnos es un sino del que nadie escapa.
Una
marca fea de la que queremos salir para que nunca más otros sean algo
olvidados, pero se nos pasan los días y volvemos a caer en esta fragilidad de
la memoria que es tan nefasta.
Nuestros
compañeros descansan por fin de sus dolores y nosotros quedamos con el gran
deber de recordarles en cada lucha, con la obligación de no bajar los brazos.
Trabajar
y trabajar para acercarnos a la claridad de esa nueva sociedad que los caídos
también anhelaron y no pudieron ver.
Este
Pulso es para ellos, para Raul y Jorge y para los que quedamos dolidos pero
firmes, convencidos de que eso de “seguir tu ejemplo” y “hasta la victoria” más
que consignas justas son una exigencia en este trabajo inconcluso.
Tomamos
la posta que nos entregan Jorge y Raul y les decimos hasta siempre. No tengan
dudas, sabremos llevar con dignidad las banderas que nos han dejado.
Siguen
con nosotros como Clotario de quien el
31 de mayo se recordó el 29 aniversario de su partida física, mas su ideario
sigue vivo, como lo seguirá el vuestro queridos compañeros.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente de la
Central Clasista
Secretario de la CGT
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