PULSO SINDICAL Nº 320
DEL 10 AL 31 DE AGOSTO DE 2016
Nueve socios del Sindicato de
Maestranza Seemann fueron a la huelga exigiendo un reajuste inicial del
6%. Teniendo resuelto lo de bonos, aguinaldos y otros beneficios, no hubo
acuerdo en el reajuste. Luego de 17 días de huelga retornan a sus labores con
un aumento real del 5%. Un ejemplo de lucha y compromiso. Ellos integran
nuestra CGT.
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Agradecer los saludos de
Federaciones, Confederaciones y Sindicatos de base, a nuestro Pulso Sindical
Extra N° 22. Decir que aún quedan más elementos que reflejan la indignidad de
la última reforma laboral y que seguiremos trabajando por exponerlos ante
los trabajadores y así quede claro el enorme daño que el gobierno y su
coalición parlamentaria, han hecho a la causa de los explotados. Es motivo de
orgullo para el equipo de Pulso Sindical, sentir que con nuestros comentarios y
observaciones estamos interpretando a muchos y motivando la comunicación y
entrega de opiniones, pues es este el primer paso hacia la tan ansiada unidad.
Una muestra de lo anterior fue
lo sucedido el 31 de Agosto en el centro de Santiago.
Mientras entre 4 paredes
promulgan una nueva y mala ley, los militantes del CIUS estamos exponiendo, no
solo el rechazo a esta deplorable nueva ley laboral (avalada y aplaudida por la
aún vigente presidenta de la CUT y varios dirigentes sindicales) sino también
las propuestas de cambio, que creemos necesita nuestro país en materia laboral.
Estamos, y participamos desde
nuestras organizaciones, con la demanda de NO + AFP pero tenemos claro que ahí
no se acaban, ni con mucho, las inequidades que nos rodean.
No vamos a cometer el error de
colocar todos los huevos en la misma canasta, tenemos claro que sin
organización no hay posibilidad de ganar luchas y las organizaciones que lo
logren no van a ser fruto del deseo de algunos bien intencionados, sino
resultado de un ejercicio permanente de educación de la clase.
Así lo entendemos en la CGT, por
eso nos deja contentos que centenares de personas recibieran la cartilla
informativa del CIUS y asumieran - en sus preguntas y comentarios - la
urgencia de avanzar en la exigencia de pago de locomoción y colación por día
trabajado, sala cuna sin mínimo de mujeres por empresa, gratificación
garantizada de 4,75 IML pagada en doceavos, entre otras.
Se trata de demandas sentidas
por millones de trabajadores, demandas que el sindicalismo oficialista y
desclasado desconoce y el oficialismo parlamentario niega.
Pero no podemos quedarnos solo
en los enunciados.
Hay que instalar estas sentidas
aspiraciones de los trabajadores en cada instrumento colectivo que se elabore.
Tenemos que promover diversas iniciativas por todo el país que hagan sentir al
Estado, que los trabajadores están despertando del sueño en que los sumió por
mucho tiempo el modelo.
En este momento de reformas
blandengues y bastante inservibles (como lo hemos puesto de manifiesto en el
Pulso Extra N° 22), cuando se acerca una nueva conmemoración de la fecha
vergonzosa, quedan expuestas a cabalidad las 2 vertientes que están marcando al
sindicalismo nacional.
Una, de ceguera y sumisión, de
aceptación de migajas, de total desprecio por la clase trabajadora y sus
esperanzas, graficado todo en elecciones indirectas, sindicatos fantasmas y
cuotas pagadas por mecenas ajenos a la organización.
Otra, de compromiso clasista y
espíritu unitario, anticapitalista y popular, de demandas irrenunciables que
reflejan el sentir de grandes sectores de la población.
Nadie puede permanecer indiferente
ni seguir creyendo que es posible arreglar lo que se está cayendo a pedazos.
Los dignos, los honestos, las y
los que aún permanecen dentro de estos enclaves de indignidad y corrupción
política y sindical, han de pensar en abandonar ese barco de una vez, por que
en caso contrario terminaran definitivamente cubiertos por esa mancha de
estiércol que se extiende, imparable. Suena duro pero es la verdad y no se
puede callar.
Es esa cúpula sindical
completamente ajena al diario vivir de los abusados, unida a un parlamento en
descomposición, la que valida cuestiones tan anti trabajador e incluso
inhumanas, como aquellas que contiene la ley 20918, que establece “normas
laborales a los trabajadores del turismo”, promulgada el 23 de mayo de 2016.
Y es que no se trata solamente
de ir eliminando derechos, que de eso nos tienen acostumbrados hace mucho
tiempo los legisladores. Hablamos del total desprecio a cuestiones tan potentes
como la unidad familiar y el descanso diario.
Pero hagamos algo de historia.
El Código del Trabajo establece que la jornada semanal se puede dividir en 5 o
6 días, lo que genera jornadas ya sea de 9 horas por día o de 7,5 según
el sistema de turnos al que esté afecto el trabajador. A esta jornada
muchas veces se agrega el pacto de horas extras. Sin embargo dichas condiciones
horarias eran diferentes para los trabajadores de hoteles restaurantes y
clubes, quienes según mandato legal (articulo 27 del Código) podían trabajar
hasta 12 horas diarias y por cinco días a la semana, con un descanso diario no
inferior a una hora, que en muy pocas ocasiones se respetaba. Se exceptuaban de
esta obligación quienes trabajaban en cocina, lavandería, lencería y
administrativos. Unido a esto existía una perversa costumbre conocida como
“turnos cortados” que dividía la jornada diaria en 2 partes y que aplicaba
especialmente a los garzones y ayudantes, lo que implicaba que trabajaran al
almuerzo y la cena, siendo el corte de 4 o 5 horas al día lo que la practica
provocaba la perdida casi total de vida familiar.
Con la ley 20918 el legislador
ha resuelto legalizar los turnos cortados al establecer que ”se podrá pactar la
interrupción de la jornada diaria por mas de media y hasta por cuatro
horas” y agrega, a titulo de compensación, que el exceso sobre media hora
deberá pagarse por hora el equivalente a un y medio I.M.L y costear el
transporte de ida y regreso a otro lugar dentro del radio urbano.
En seguida hace una serie de
juego de palabras que en concreto
implican que este sistema de “turnos cortados” podrá aplicarse a todos los
trabajadores de un establecimiento y no solo a los que trabajen en el
restaurante como dice al inicio la ley.
Todo esto mientras no se
sobrepasen los límites semanales y diarios del artículo 22 y el artículo 28 del
Código. Si así se acordare no se aplicaría la norma del artículo 27.
Trataremos de traducirlo. Desde el 23 de mayo del 2016 todos los trabajadores del
turismo (ya no solo los
que trabajen en el restaurante) podrán verse forzados a suscribir pactos que
establezcan estos turnos cortados. Si bien es cierto esto implica que
estarán afectos a la jornada de 45 horas semanales, eso no significa que las
trabajar de corrido. Si se distribuye la jornada semanal en 6 días, cada
día trabajaran 7,5 horas. Si se corta el turno por 4 horas llegarían a 11,5
horas. Como esta sería una jornada ordinaria de trabajo no se puede descartar
que se les haga firmar pactos de horas extras que al ser de 2 por día podrían
llevarlo a estar, en la práctica 13,5 horas fuera de su hogar.
Y si se considera que el
promedio de tiempo diario en ir y venir al trabajo es de 2, 2,5 y hasta de 3
horas, el trabajador podría estar fuera de su hogar hasta 15,5 horas y mas por
día.
Mayor problema van a tener
aquellos cuya jornada semanal es de 5 días de trabajo pues en esta caso se
trata de 9 horas por día, a las que aplicado el turno cortado pueden llegar
hasta 13 horas diarias y esto sin considerar horas extras y traslado desde y
hacía el hogar.
Será posible que alguien piense
que esto será compensado con el pago de algunas horas o pasajes de locomoción
dentro del radio urbano? (Solo en ir y venir en microbus de Santiago a San
Bernardo y viceversa ocuparían casi todas las horas de turno cortado)
Esto es inhumano y cuesta creer
que quienes propusieron la ley y aquellos que la aprobaron, no hayan tomado en
consideración cuestiones tan elementales como el derecho a descanso diario y la
vida familiar a la que debe acceder cada ciudadano.
Un caso mas de explotación pura
que debe ser denunciado y eso solo podrán hacerlo aquellos que tomen partido en
la defensa de los derechos de la clase.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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