PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE
22 octubre 2023
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"..A revisar la sotana mi general que en la guerrilla cabe un sacristán lo clavaron con balas.."
canta Chabela Vargas
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Homenaje a los caídos en el Cerro Chena al cumplrise 50 años, ocasión en que el directorio de la CGT hizo entrega de 100 libros testimoniales a los asistentes al acto.
1.- Estoy aquí. Nunca me he ido ni me iré, ni siquiera cuando me haya ido definitivamente. Vengo, vine y vendré a honrar a héroes y heroínas, los que pasaron por aquí y se quedaron, aquellos que pese a las penas y los dolores no claudicaron y siguen con nosotros. Soy un afortunado y me disculpo por ello ante las familias de los que no están físicamente. Pude formar hogar, vi nacer y crecer hijas, he visto pasar los años por la vida de mis padres y hermanos a quienes hasta el día de hoy abrazo cuando los visito en el lejano Montreal. Tuve y tengo lo que a quienes honramos les fue negado. Vida.
¿Cómo podría siquiera hablar de mi dolor, de las privaciones y penas, decir que no torturaron aquí sino a 5 metros de este lugar, como quitar o poner la venda, decir si había más o menos balas en las armas, si el resultado final fue que acabaron con la vida de los que honramos?.
Duele estar vivo sin ellos.
Por años - muchas veces pocos y no siempre todos, en una dolorosa letanía - hemos nombrado a los que por aquí pasaron. Caen las lágrimas y se cierran los puños, con cada nombre y el grito de ¡PRESENTE! Ratificamos cada año el compromiso de seguir sendas y caminos, hasta que nos volvemos a encontrar y hacemos el resumen con lo hecho y lo que queda pendiente.
Junto a otros que me apoyaron en estos años, hemos constituido cientos de sindicatos, estuvimos en millares de huelgas y movilizaciones sociales, caímos muchas veces presos por defender las ideas que ustedes nos legaron.
Es nuestra manera de deciros compañeros y compañeras, que las banderas no cayeron. Siguen enhiestas, listas para los relevos que la propia clase irá entregando. Cada lágrima que aquí cayó, cada grito de justicia emitido sin temor pese a los golpes, son los instrumentos que nos permiten recordarles siempre y solo resta mantener en alto la consecuencia, la moral, la honestidad, la entrega que nos legaron.
2.- No es políticamente correcto decirlo, pero reitero aquí, en este sitio, que mientras viva seguiré odiando a quienes cometieron tantas atrocidades. No perdono al fascismo ni a los fascistas, tampoco a quienes movieron los hilos para que pasara lo que pasó, ni a aquellos que lo justificaron y que cínicamente después pidieron perdón, porque no imaginaron que pudiera pasar lo que quedó expuesto ante sus ojos.
Aquí fueron asesinados y/o desaparecidos, seres humanos dignos, cuyo único delito fue profesar ideas contrarias a quienes tomaron el poder a sangre y fuego, azuzados por otros al interior y al exterior del país.
Y aunque nos cueste reconocerlo, lo volverán a hacer cuantas veces crean necesario si se ponen en riesgo sus privilegios. Lo hicieron para acallar el mitin de la carne en 1895, en la plaza Colon de Antofagasta en 1906, en santa maría de Iquique en 1907, en la FOM de Punta Arenas en 1920, la Oficina Marusia en marzo de 1925 y en la Coruña en Junio del mismo año, en Ranquil en 1934, Pampa Irigoin en Puerto Montt en 1969, por nombrar solo algunas de las ocasiones en que el capital y sus servidores mataron sin asco, para defender y mantener sus privilegios. Son 50 años y cuando sean 100 estaremos igual que hoy, sin toda la verdad, sin toda la justicia, por qué se encargaron hace tiempo de borrar huellas y vestigios, porque quienes pudieron poner condiciones y exigir que se avanzara en investigación y sanción prefirieron mirar para el lado y convencerse de que se avanzaría en la medida de lo posible. Dolidos en el alma por siempre pero también orgullosos, honramos vuestras memorias y nos esforzaremos, aportando cada quien lo suyo, para que en este lugar se instale un memorial que exponga a los que por aquí pasarán en el futuro, que es lo que se vivió y lo que debemos hacer para que no vuelva a ocurrir.
3.- Quienes se han ido quedando en esta lucha interminable, se reúnen con ustedes en recuerdo imperecedero. Los que aún batallamos reiteramos que nada está olvidado y nadie está olvidado.
Ustedes, compañeros de lucha, con sus creencias y valores, nos han guiado, nos guían y guiarán para que no nos salgamos del camino y mantengamos en lo alto aquello que nos dejaron para la posteridad.
Son 50, serán 100 y más años y su ejemplo jamás será olvidado.
Quienes vienen disfrutaran, cuando llegue, ese mundo hermoso con el que soñaron y soñamos, ese mundo que satisface los anhelos y demandas del pueblo, vivienda, educación, pensiones, una sociedad más justa y digna que siempre les tendrá como sus guías, igual que todos aquellos que ofrendaron la vida por los ideales que abrazaron, ideales que son los nuestros. Nadie lo dude, seguimos y seguiremos luchando y cuando no estemos otros lo harán. Es nuestra convicción.
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MANUEL AHUMADA LILLO PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
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