martes, 18 de junio de 2019

PULSO SINDICAL Nº 381 DEL 01 AL 18 DE JUNIO DE 2019


PULSO SINDICAL Nº 381 DEL 01 AL 18 DE JUNIO DE 2019

Desde hace bastante tiempo que, al menos en lo laboral venimos levantando banderas por una u otra causa y, cuando no se han perdido, el resultado es algo bastante alejado de lo que originalmente se demandaba.
La razón de esto tiene varias explicaciones, pero sin lugar a dudas la principal es la carencia de una organización firme y poderosa, que no negocie a espaldas de los trabajadores ni se compre el discurso de "AVANZAR EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE". 
Prueba de lo anterior, entre muchas otras, es el Seguro de Cesantía, vendido como la solución al hasta entonces vigente” subsidio” y que terminó en los hechos provocando que quienes terminan contrato por el articulo 161 (las llamadas necesidades de la empresa) sufran el descuento de casi un 20% de la indemnización, pues la ley entrega la facultad al patrón de descontar de la misma, su aporte al Seguro de Cesantía.
En definitiva, el Seguro de Cesantía es una cuenta de ahorro obligatoria con recursos del trabajador, con la particularidad de que el dueño de los recursos no puede disponer de ellos cuando quiera.

Podremos desconocer cómo funciona el aparato burocrático del Estado, pero el sentido común nos dice que debiera existir algún mecanismo para que cualquiera ley que lesione derechos de la mayoría pueda ser modificada. Y si existe ese mecanismo, es obligación de quienes participan de la burocracia estatal, dar las pautas y corregir lo malo.
Pues bien, la ley del Seguro de Cesantía rige desde octubre de 2002 y durante 17 años el castigo a los trabajadores - perdida de un 20% de su indemnización – se mantiene inalterable y no se visualizan modificaciones en el corto plazo.

¿Porque hacemos este comentario? porque no hay día en que algún parlamentario hable de los derechos de los trabajadores y de testimonio de su preocupación por ellos y sin embargo no hay una sola propuesta de cambio y, lo que es más grave, se siguen promoviendo y aprobando reformas laborales que degradan aún más la condición de los asalariados.

Con solo 2 ejemplos dejaremos expuesta la tesis que venimos sosteniendo desde hace tiempo y es que más allá del gobierno de turno, el capital se las ingenia para conseguir las garantías de que podrá seguir abusando sin pagar mayores costos.

El grueso de los trabajadores, e incluso muchos dirigentes, ignoran totalmente la estructura empresarial y por lo mismo no dimensionan la maldad con la que se generan las leyes.
En el gobierno anterior se hizo mucha cuestión con aquello de que lo que se buscaba con la reforma presentada, era profundizar la sindicalización.
Sin embargo mantuvieron el mínimo de 8 trabajadores para constituir un sindicato agregando que esos 8 necesariamente debían representar al menos el 50% del total de los trabajadores.
¿Que no dijeron? Que en la estructura empresarial más del 75% son microempresas con un promedio de 0,9 trabajadores por empresa, un 20% son pequeñas y su promedio es de 9,3 trabajadores.
¿Conclusión? En más del 95% de las empresas chilenas es imposible constituir sindicato y negociar colectivamente.
El gobierno de Piñera no quiere ser menos y por supuesto el camino es seguir quitando derechos a los trabajadores. Es así como es sus propuesta de cambio legal aparece el artículo 376 ter, que pone termino a un derecho de décadas, que no es otro que aquel que establece que el tiempo de cambio de uniforme al ingreso y al termino del turno es considerado como tiempo trabajado para todos los efectos.
Que quede claro, de ser aprobada esta reforma el tiempo de cambio de uniforme no será tiempo trabajado.

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Contra el capital y sus servidores luchó, con denodado esfuerzo, Clotario Blest Riffo quien fue especialmente recordado este 31 de mayo, cuando se cumplieron 29 años desde su muerte.
De discurso directo y claro, sin compromisos con nada que no fuera la defensa irrestricta de la clase trabajadora y sus derechos irrenunciables, Blest dejó una huella indeleble que no siempre es dimensionada como corresponde.
Podemos decir, sin ser insolentes, que Clotario Blest fue un viejo choro, entregado al 100% a sus convicciones y cuyo trabajo fue promover las mismas en todo tiempo y lugar.
Como en la parábola del sembrador, fue arrojando las semillas sin detenerse ante el tipo de tierra en que estas caían, ya que tenía muy claro que más de alguna tocaría tierra fértil, lo que se traduciría en una nueva organización sindical.
En tiempos de dudas, desconfianzas y temores (recién instalado el primer Código del Trabajo y la sindicalización legal) logró unir voluntades y romper la apatía por medio del deporte entre trabajadores de distintas reparticiones, un primer elemento para unificar y comenzar a difundir la idea de organizarse.
Perseveró sin desmayar entre los empleados públicos, hasta construir su organización nacional. Se unió con quienes reclamaban derechos en el sector privado y no descansaron hasta convocar un  primero de mayo unitario y comprometer, ante los trabajadores, todos los esfuerzos para construir una Central Única en cuyo Congreso constituyente fue electo presidente.
Las malas maniobras del partidismo se enfrentaron con la firme convicción de Blest y no pudieron hacerle frente, por lo que en forma artera negociaron con el gobierno de turno (un gobierno de derecha), concordaron en bajar un paro nacional y al siguiente evento nacional de la CUT se propusieron humillarlo para sacarlo de la presidencia.
El siguió en lo suyo y no le hacía mella el desdén con el que se le trataba en los círculos de poder y entre la burocracia sindical. Participó en movimientos políticos y sociales, fue un permanente defensor de los derechos humanos y hasta el último aliento de vida estuvo preocupado de la situación de los trabajadores. 

Varios son los que aún hoy mencionan en voz alta su nombre y le rinden homenaje, aunque en vida eran capaces de cruzar a la vereda de enfrente para no escucharle.
Sin embargo, los que levantan la voz firme en contra del capital y llaman a combatirlo sin medias tintas, aquellos que van por ahí promoviendo la construcción de organizaciones sindicales clasistas saben que el viejo Clota les acompaña en este empeño, por lo que no desmayan y enarbolan las banderas de la clase trabajadora.

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Lo que viven a diario los estudiantes secundarios, los trabajadores que se movilizan, las distintas expresiones sociales que expresan demandas en salud educación y vivienda y todo aquel que se atreve a expresar su descontento con el sistema, no debe ser pasado por alto ni ocultado bajo la alfombra, a riesgo de naturalizarlo y hacerlo parte del diario vivir.
La represión policial, la mayoría de las veces brutal, obedece claramente a la decisión del gobierno de turno de acallar como sea las expresiones de rechazo a un sistema de vida que solo está provocando dolor y carencia en millones de compatriotas.

No podemos solo seguir constatando que las cosas van de mal en peor.
Ellos, los que tienen el poder y quienes giran a su alrededor como las polillas en torno a un foco, solo pondrán atención cuando la rebelión de los que poco o nada tienen, se exprese en todos los espacios que sea posible y para ello es menester redoblar los esfuerzos por construir organización en todos los planos.
Pero tiene que ser una gran organización, no solo grupitos dispersos tirando piedras o pintura a los vehículos policiales, que es muy válido pero insuficiente.
Una organización que ponga en el centro las necesidades y demandas no respondidas por decenas de años.
Un instrumento amplio que unifique a trabajadores, estudiantes, pobladores bajo una bandera común.

Como lo que hicieron los 3 sindicatos nacionales de INTEGRA, AJUNJI Y VTF quienes además de realizar una paralización de 24 horas el 18 de Junio, realizaron una multitudinaria marcha en rechazo a un  proyecto de ley que busca mercantilizar la educación temprana.
Un claro ejercicio de unidad en la acción que debe ser destacado y cuando sea factible, imitado.

La lucha  es posible de dar y los resultados serán beneficiosos si estamos todos juntos.




MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario de la CGT
Presidente de la Central Clasista

domingo, 2 de junio de 2019

PULSO SINDICAL Nº 380 DEL 18 AL 31 DE MAYO DE 2019


PULSO SINDICAL Nº 380 DEL 18 AL 31 DE MAYO DE 2019

Anonadados, dolidos, golpeados con furia, pero inclaudicables .
Como lo venimos siendo desde que al conocer nuestra historia supimos de tanto dolor, castigo y muerte, de tantos caídos en esta causa noble.
Grande, enorme ha sido el costo. Y todo por el hecho de ser pobres, parias, enemigos acérrimos del capital, defensores de la vida digna, de la lucha por los derechos de los desposeídos.

Anonadados, dolidos, golpeados con furia pero inclaudicables.
Como cuando supimos de Santa María, Marusia, Plaza Bulnes, la ley maldita, El Salvador, José María Caro, pampa Irigoin, golpe de estado de 1973 y tanto otros ejemplos de violencia del capital.

Gritamos a los dueños del poder, mientras marchábamos acompañando hasta los que allí habían llegado en los féretros negros, que no nos verían derrotados por que la victoria final será nuestra. Y aquí estamos, levantándonos después de cada nuevo golpe, asumiendo las tareas inconclusas y traspasando a los que se suman, el compromiso, la obligación de darlo todo por la clase, sin importar los costos.

Ante cada golpe que nos asesta el enemigo de clases acompañamos a las familias en su dolor y les pedimos comprensión y entereza  porque quizás los suyos se fueron de su lado antes de tiempo.  Es que la causa depara estos sinsabores y nadie que luche por su pueblo está exento de ser martirizado.
Nadie quiere dejar a los suyos sin el sustento, ni olvida por un momento los rostros de sus hijos, no deja de pensar en ese cónyuge, esa pareja que espera ansioso su llegada aunque vive con la certeza de que en algún momento el ser querido le puede ser arrebatado.

Cada luchador social, aunque viva solo y consagrado a la causa, deja una familia doliente y un ejemplo de lucha que no debe ser olvidado. Si no es la familia carnal es la familia de la causa.
Serán los que le sobreviven quienes levanten sus pancartas y banderas, distribuyan el manifiesto,  voceen el llamado a reunión, se sienten en la mesa de negociación con los patrones, enfrenten a las fuerzas represivas que quieren silenciarlos.

Para los que luchan por la causa del pueblo y dejan la vida en ello, no existe la muerte, trascienden a este estado y se mantienen vigentes eternamente.
Solo muere el que es olvidado, ese que en algún recodo del camino decide claudicar y pactar con el que desangra a su pueblo. Ese no tiene espacios en la memoria, ese no marcha con las banderas del pueblo. Ese no está con los luchadores desde que decidió separar caminos.

Son muchos los que pasaron y los que vendrán pues esta pelea aún no deja visualizar un término. Y es que el capital no entregará así como así aquello que arrebató a sangre y fuego.

Por eso hacemos un alto.
Para decir a los que están en ese espacio del no olvido, que 2 de los nuestros  han partido a ocupar su lugar junto a ellos.
Rendimos tributo a Jorge Zuñiga San Martin y Raul Blanchet Muñoz, quienes con solo unos días de diferencia han iniciado un nuevo camino.
Se llevan nuestra gratitud y compromiso, pues seguiremos adelante, por el pueblo, por la clase, por ellos.
Nos tendrán que perdonar por haberles dejado solo cuando no debimos, por recordarles con más fuerzas hoy que partieron y no haber estado prestos a ir en su apoyo cuando lo requirieron.
No es que nada hicimos, es que la intermitencia con la que cumplimos el deber de solidarizarnos es un sino del que nadie escapa.
Una marca fea de la que queremos salir para que nunca más otros sean algo olvidados, pero se nos pasan los días y volvemos a caer en esta fragilidad de la memoria que es tan nefasta.

Nuestros compañeros descansan por fin de sus dolores y nosotros quedamos con el gran deber de recordarles en cada lucha, con la obligación de no bajar los brazos.
Trabajar y trabajar para acercarnos a la claridad de esa nueva sociedad que los caídos también anhelaron y no pudieron ver.

Este Pulso es para ellos, para Raul y Jorge y para los que quedamos dolidos pero firmes, convencidos de que eso de “seguir tu ejemplo” y “hasta la victoria” más que consignas justas son una exigencia en este trabajo inconcluso.
Tomamos la posta que nos entregan Jorge y Raul y les decimos hasta siempre. No tengan dudas, sabremos llevar con dignidad las banderas que nos han dejado.

Siguen con nosotros  como Clotario de quien el 31 de mayo se recordó el 29 aniversario de su partida física, mas su ideario sigue vivo, como lo seguirá el vuestro queridos compañeros.



MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente de la Central Clasista
Secretario de la CGT