1.- "Algo si resolvimos ese día. Quien saliera debía hacer todo para que se supiera lo que sucedía en el cerro y lograr que se moviera toda la comunidad para rescatar a quienes como nosotros, verían apagarse sus vidas lentamente, si los casos se silenciaban. En esas horas supe de la organización sindical ferroviaria, me formé una idea clara de lo que significaba abrazar el sindicalismo y tome compromisos que hasta el día de hoy me esfuerzo por cumplir.
..Pero también me contaron lo que era su pega diaria, llegar muchas veces al taller y salir de la maestranza sin haber visto la luz del sol, renunciar al descanso del fin de semana porque había alguna tarea sindical o política que cumplir. Me hablaron de la incomprensión de algunos trabajadores con el trabajo de los dirigentes y la falta de respeto que a veces los dirigentes tenían con los trabajadores.
..Ese 30 de septiembre (de 1973) lo recuerdo con especial cariño porque por un momento dejamos de ser “prisioneros de guerra” y fuimos simplemente un grupo de amigos que intercambiaban recuerdos, que añoraban a sus familias y que esperaban, muy enteros y serenos, lo que el destino les tenía deparados".
2.- "Fue este día que tomamos el compromiso de honor de relatar lo vivido. Expresar a los familiares de los que no tuvieron la suerte de recuperar su libertad, que siempre se les recordó y que fueron un soporte en los difíciles momentos por los que pasamos.
Tu Manuel, me dijo el conejo muy emocionado, tú serás quien tome con ganas y decisión nuestras banderas. La lucha de los trabajadores no se termina si estos traidores nos matan. Esta lucha viene de muchos años y aún deberán los trabajadores seguir pagando con sus vidas el deseo de ser reconocidos como un elemento importante, en el desarrollo de los países. No como ahora que solo somos los que se descrestan para que otros se hagan ricos.
Todos asintieron a lo que dijo Manuel Gonzalez, el conejito, el viejo que unas semanas antes me cortara el pelo y prestara ropa para mejorar mi aspecto. El mismo militante abnegado que recorría San Bernardo en una camioneta vieja o a pie.
..Colocaba en mis manos su testamento y el de sus compañeros."
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE
Así es, a no olvidarlos nunca.
ResponderBorrarLa importancia de no olvidar y seguir en la lucha
ResponderBorrarNi perdón, ni olvido, por los compañeros muertos, y los sobrevivientes
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