PULSO SINDICAL Nº 315
DEL 26 DE MAYO AL 07 DE JUNIO DE 2016
Lo que le pasó a Eduardo Lara en Valparaíso es un crimen y
las investigaciones deberían ser rápidas y concluyentes, y es que no se trata
de una cuestión menor.
Es la vida de un trabajador que ha sido sesgada y debe
encontrarse a los culpables.
Lamentable es constatar, transcurridas ya 2 semanas, que
poco o nada se avanza.
El asesinato de Eduardo Lara es repudiable, pero la
posibilidad de dar con los culpables se diluye, cuando se ha constatado que las
cámaras de seguridad instaladas por el municipio en el lugar de los incidentes
estaban sin funcionamiento desde poco antes de que comenzaran los incidentes.
Cuesta entender que existiendo jefaturas en el municipio,
estas no hayan concluido oportunamente que habría riesgos y era necesario mover
a quienes estaban allí prestando servicios.
Como explicar que no estaban todas las condiciones de
seguridad para que una persona pudiera salir por las sitios indicados para
evacuación y se hubiese puesto a salvo.
¿Y que hay de los equipos de comunicación que deben existir
entre una central de seguridad y el personal que presta servicios en distintas
dependencias?.
Por último, si el alcalde había tomado las medidas para
proteger el patrimonio municipal ya desde el día anterior, ¿que fue lo que hizo
para proteger a los trabajadores que
prestaban servicios el 21 de mayo?.
¿Que medidas tomó la autoridad del trabajo, para constara
si este trabajador estaba protegido por la miserable legislación existente?.
¿Había contrato de trabajo, cual era la jornada diaria y semanal, cuantos los
días libres, y la remuneración? y todos los etcéteras que se quiera encontrar.
No bastan las multas, sanciones claras hacen falta.
Lo que es indesmentible es que don Eduardo Lara tenía mas de
70 años, debía trabajar para proveer sustento a su hogar porque seguramente
recibía una pensión de mierda, era abusado en sus derechos mas mínimos – tanto
como que no era guardia y debía trabajar como tal – y seguramente dejaría por allí sus huesos,
luego de un largo sufrir, como la mayoría de nuestros adultos mayores.
Su familia directa debe entender que no tiene que poner en el
centro que se haya hecho mas sobre el caso de Rodrigo Aviles (lesionado
gravemente por un guanaco policial el 2015), ambos hechos son repudiables. Su
centro debe estar en que junto con que se encuentre y castigue a los
responsables de la muerte, se sancione como corresponde a quienes abusaron de
su padre, obligándolo a trabajar en condiciones inhumanas para asegurar el
sustento familiar.
Por el caso de Eduardo Lara y miles como él, es que hemos
exigido por años una mejor legislación laboral. Por esa misma razón es que
dijimos claramente que las reformas laborales presentadas por el gobierno de la
señora Bachelet, no iban en el camino de dignificar, sino por el contrario
habrían mas espacio al abuso la explotación, la flexibilidad y la adaptabilidad
laboral.
Y sin embargo las aprobaron en ambas Cámaras y los
parlamentarios gubernamentales aparecieron diciendo que eran buenas reformas,
el sindicalismo oficialista las aplaudió con algunas reservas (aunque en
privado las habían santificado) y otra parte del sindicalismo puso algunos
reparos aunque buscó que se le hicieran cambios y ajustes, esperanzados en que
el “lobby” abriría las mentes de los parlamentarios “cercanos al pueblo.
Patrañas.
Solo se dieron cuenta que las reformas eran una mierda,
cuando la derecha cuestionó algunos artículos ante el Tribunal Constitucional y
este les dio la razón.
Dijimos claramente que esta leserita del veto presidencial
era puro cuento, ya que no solucionaba el problema de fondo, que no es otro que
cambios profundos a la legislación laboral para aminorar, aunque sea en parte,
las enormes garantía de las que disfruta el capital.
Que vino a continuación? La dirección oficialista del
sindicalismo, que se ha ido reforzando con algunos que han vuelto por que no
encontraron en otro lado las regalías de las que ahí disfrutaban, convocó a una
jornada de movilización de los trabajadores públicos (por que las
organizaciones sindicales en la empresa privada apenas si funcionan) que
pomposamente han bautizado como “paro nacional”, con el objetivo de exigir la
restitución de la titularidad sindical y la extensión de beneficios, como si
estas fueran las únicas demandas que importan a los trabajadores.
Otro grupo de sindicalistas que esta enojado con el
oficialismo pero que aún no rompen definitivamente con el, ha salido a expresar
que lo que se requiere es que el gobierno mantenga el veto y que se congele la
discusión sobre la reforma laboral hasta el próximo año.
Lamentable tener que decirlo y reiterarlo, pero unos y otros
están profundamente equivocados. El problema de la reforma no es de vetos más o
vetos menos, de discusiones urgentes o congelamientos, el problema de la
reforma es que es indigna, pues sigue sometiendo a los trabajadores a los
dictados del capital.
Compañeros sindicalistas, el 23 de mayo fue promulgada la
ley 20918 que instala condiciones espaciales a los trabajadores del turismo,
entre otras la legalización del turno cortado, que permitirá interrumpir la
jornada diaria y semanal hasta por un máximo de 4 horas y que tarde o temprano
se aplicarán a todos los asalariados .
Estas del turismo son también reformas, van amarraditas con
aquellas que intentarán ser instaladas previo análisis de una reforma
constitucional. Por eso la respuesta de los trabajadores debe ser contundente.
NO A LA REFORMA LABORAL.
Si no se reconoce de una vez la obligatoriedad de la
locomoción por cada día trabajado, el derecho a alimentación de calidad y
cantidad suficiente, la justicia del pago de una gratificación anual mínima del
4, 75 ingresos mínimos en 12 cuotas, millones de trabajadores seguirán sin ser
beneficiados por los remedos de reforma laboral que hasta ahora se han promulgado.
Todo lo demás es cuento y debemos decirlo con franqueza y muy firmes. Aunque
duela.
Por eso validamos y difundimos el trabajo del CIUS.
Fue capaz de exponer desde el primer momento su rechazo a
esta farsa. Mítines, miles de cartillas informativas, encuentros abiertos y
marchas en distintas ciudades. No se quedaron solo en eso, ya que también trabajaron
con sus bases la construcción de un Pliego de los Trabajadores.
Tarea nuestra será socializarlo, difundirlo en la calle y a
la salida de las empresas, instalarlo como la base desde la que se inicie la
transformación de la sociedad.
Por supuesto que para esta tarea se necesitará mucho más que
la base sindical, pero nosotros creemos que la primera tarea es organizar a los
trabajadores. Ellos pueden y deben adherir a toda expresión de descontento,
desarrollar iniciativas en sus barrios, construir otros instrumentos de
organización que un día se unirán a los sindicatos así como a expresiones
políticas del pueblo, de la clase.
Todos vamos a construir esa patria justa, todos tenemos
nuestra tarea de la hora presente, no nos adelantemos, paciencia que la cosecha
viene siempre después de la siembra.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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